viernes, 27 de diciembre de 2013

Temperaturas altas llevan a que peces carnívoros ataquen en Argentina

La diversión en el río Paraná, en la ciudad argentina de Rosario, a unos 400 kilómetros de Buenos Aires, terminó de manera trágica para un grupo de bañistas que fue atacado por un banco de palometas, peces parientes de las pirañas.
Unas 70 personas resultaron heridas el pasado miércoles, incluso siete niños sufrieron la amputación parcial de dedos.
Alberto Manino, paramédico que trató a los heridos, explicó al canal Todo Noticias que los niños atacados por el cardumen de palometas tienen entre 3 y 15 años y sufrieron heridas de importancia ya que los peces arrancaron, en algunos casos, hasta la segunda falange del dedo de una mano o del pie, lo que no hace posible la restitución.
Entre los heridos más graves se encuentran una niña de 7 años, que perdió una falange, y otro bañista adulto, que sufrió la amputación de un dedo del pie, según detallaron las autoridades.
Federico Cornier, director del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (SIES), que realiza guardia en el balneario, explicó que por la ola de calor que sufren Rosario y otras ciudades argentinas y el consiguiente ascenso de la temperatura del agua, es común que este tipo de peces se aproximen a la orilla a alimentarse.
La palometa es un pez tipo piraña, grande, muy voraz y que tiene dientes afilados, con un gran poder de corte, señaló.
La zona central de Argentina, incluida Buenos Aires, vive el diciembre más caluroso en los últimos 43 años y desde hace tres días rige una alerta roja por las elevadas temperaturas.
La sensación térmica superó ayer los 46 grados y, en la localidad bonaerense de Morón, el calor incluso levantó el asfalto de algunas calles.
En la capital argentina y el cinturón urbano bonaerense se registraron récords históricos de demanda energética, el último, el pasado lunes, con un pico de 23.793 megavatios de potencia en el conjunto de los generadores de todo el país, según datos del Ministerio de Planificación Federal.
Sin embargo, tras doce días de altas temperaturas, vecinos de Buenos Aires y su cinturón urbano siguen sufriendo prolongados cortes de energía que ni las autoridades ni las eléctricas que operan en la zona acaban de resolver.
El gobierno argentino prometió ayer compensaciones a los usuarios que sufrieron fallos en el servicio y anunció sanciones para las compañías distribuidoras de energía.
El portavoz de Edenor, una de las compañías responsables del suministro eléctrico, Alberto Lippi, aseguró ayer que los empleados están dando una rápida respuesta al trabajar sin francos (días libres) con turnos extendidos desde el pasado 2 de diciembre.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, las lluvias llegarían anoche a Buenos Aires y traerían un corto alivio, ya que la ola de calor se mantendría hasta el próximo 2 de enero.

Especie: Datos
Advertencia

Tras el ataque, las autoridades hicieron un cerco y pidieron a los bañistas que abandonaran el río, sin embargo, a la media hora muchos volvieron al agua.
Ataque anterior
La última vez que se había producido una invasión similar de estos peces carnívoros, similares a las pirañas, en Rosario fue en la década del setenta, según informó la prensa rosarina.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Las ondas de la conexión WiFi pueden matar a las plantas

Tras doce días de experimento las semillas situadas cerca de un router habían mutado de color y forma

http://www.abc.es/tecnologia/informatica/20131219/abci-experimento-ondas-wifi-matar-201312191838.html
Un experimento llevado a cabo por cinco alumnas de un instituto de secundaria en Dinamarca ha despertado el interés de la comunidad científica sobre los efectos que las ondas emitidas por los móviles y los routers con WiFi pueden ejercer sobre el entorno, en concreto, sobre las plantas.
Estas cinco chicas, que querían averiguar por qué tenían la sensación de que se concentraban mucho peor aquellos días en los que habían dormido con el móvil junto a la cama, decidieron probar los efectos de las ondas emitidas por un router sobre semillas de plantas.
Las ondas de la conexión WiFi pueden matar a las plantasEscogieron un router porque el tipo de microondas que emite es muy similar a las que transmiten los teléfonos móviles, y ubicaron junto a este dispositivo una maceta con seis semillas de berro sembradas. Después, en otra habitación independiente, en la que las condiciones eran las mismas (agua, temperatura y luz solar fueron controladas por las chicas para que así fuera), a excepción de la ausencia, en este caso, del router, plantaron otras seis semillas de berro del mismo tipo en otra maceta.
El resultado, tras doce días de experimento, es que las semillas que no se situaban junto al router germinaron normalmente, mientras que las que sí estaban ubicadas en la habitación del módem habían mutado de color y forma: estaban marrones, ajadas y resecas.
En declaraciones recogidas por Mashable, la profesora de estas cinco alumnas, Kim Horsevad , ha explicado que, aunque las alumnas repitieron dos veces el experimento y lo hicieron lo mejor que pudieron dentro de sus habilidades, «no se trata de un estudio profesional, sino de un experimento de instituto».
No obstante, Horsevad ha defendido ante los medios que sus estudiantes se encargaron de controlar que las condiciones fueran exactamente las mismas para ambas macetas de semillas. Entre las reacciones que ha despertado la noticia, muchas aseguran que fue el calor del router lo que ha secado las semillas, y no sus microondas, ante lo cual Horsevad responde que el dispositivo estaban ubicados a la distancia suficiente como para que esto no sucediera y que la temperatura de las plantas fue comprobada y monitorizada mediante un termostato.
«Puede que haya otras variables que se nos hayan escapado a las alumnas o a mí, pero no sé cuáles pueden ser», ha confesado Horsevad.
En cualquier caso, el experimento ha despertado interés más allá de los periódicos y las fronteras danesas. Un profesor sueco de neurociencia, Olle Johanssen, y el doctor Andrew Goldsworthy del Imperial College de Londres ya han manifestado su intención de repetir esta misma prueba en un entorno de laboratorio profesional. Habrá que ver hasta dónde llegan los resultados esta vez, y si hay ocasión de comprobar si las sospechas de las alumnas danesas sobre la influencia del móvil en su capacidad de concentración eran fundadas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Cuidado del cuerpo versus culto del cuerpo

Leonardo Boff

Entender la existencia humana a partir de la teoría de la complejidad es enriquecedor. Somos seres complejos, vale decir, en los que se da la convergencia de un sinnúmero de factores, materiales, biológicos, energéticos, espirituales, terrenales y cósmicos. Poseemos una exterioridad con la cual nos hacemos presentes unos a otros y pertenecemos al universo de los cuerpos. Y tenemos una interioridad, habitada por vigorosas energías positivas y negativas que forman nuestra individualidad psíquica. Somos portadores de la dimensión de lo profundo por donde rondan las preguntas más significativas del sentido de nuestro paso por este mundo. Estas dimensiones conviven e interactúan permanentemente influenciándose unas a otras y moldean eso que llamamos el ser humano.
Todo en nosotros tiene que ser cuidado, si no, perdemos el equilibrio de las fuerzas que nos construyen y nos deshumanizamos. Al abordar el tema del cuidado del cuerpo es menester oponerse conscientemente a los dualismos que la cultura persiste en mantener: por un lado el «cuerpo», desvinculado del espíritu y por otro el «espíritu» desmaterializado de su cuerpo. Y así perdemos la unidad de la vida humana.
La propaganda comercial explota esta dualidad, presentando el cuerpo no como la totalidad de lo humano, sino parcializándolo, sus músculos, sus manos, sus pies, en fin, sus distintas partes. Las principales víctimas de esta fragmentación son las mujeres, pues la visión machista se refugió en el mundo mediático del marketing usando partes de la mujer, sus pechos, su sexo y otras partes, para seguir haciendo de la mujer un «objeto» de consumo de hombres machistas. Debemos oponernos firmemente a esta deformación cultural.
También es importante rechazar el «culto al cuerpo» promovido por la infinidad de gimnasios y otras forma de trabajo sobre la dimensión física, como si el hombre/mujer-cuerpo fuese una máquina desposeída de espíritu que busca desarrollos musculares cada vez mayores. Con esto no queremos de ninguna manera desmerecer los distintos tipos de ejercicios de gimnasia al servicio de la salud y de una mayor integración cuerpo-mente, los masajes que renuevan el vigor del cuerpo y hacen fluir las energías vitales, en particular las disciplinas orientales como el yoga, que favorece tanto una postura meditativa de la vida, o el incentivo a una alimentación equilibrada, incluyendo también el ayuno, bien como ascesis voluntaria o como forma de armonizar mejor las energías vitales.
El vestuario merece una consideración especial. No solo tiene una función utilitaria para protegernos de las intemperies. También tiene que ver con el cuidado del cuerpo, pues el vestuario representa un lenguaje, una forma de revelarse en el teatro de la vida. Es importante cuidar de que el vestuario sea expresión de un modo de ser y que muestre el perfil humano y estético de la persona. Es especialmente significativo en la mujer pues ella tiene una relación más íntima con su propio cuerpo y con su apariencia.
Nada más ridículo y demostrativo de anemia de espíritu que las bellezas construidas a base de botox y de cirugías plásticas innecesarias. Sobre este embellecimiento artificial hay montada toda una industria de cosméticos y de prácticas de adelgazamiento en clínicas y spas que difícilmente sirven a una dimensión más integradora del cuerpo. Esto no quiere decir que haya que invalidar los masajes y los cosméticos importantes para la piel y para el justo embellecimiento de las personas. Pero hay una belleza propia de cada edad, un encanto que nace del trabajo de la vida y del espíritu en la expresión corporal del ser humano. No hay photoshop que sustituya la ruda belleza del rostro de un trabajador tallado por la dureza de la vida, los rasgos faciales modelados por el sufrimiento. La lucha de tantas mujeres trabajadoras en el campo, en las ciudades y en las fábricas dejó en sus cuerpos otro tipo de belleza, frecuentemente con una expresión de gran fuerza y energía. Hablan de la vida real y no de la vida artificial y construida. Por el contrario, las fotos trabajadas de los iconos de la belleza convencional, casi todos moldeados por tipos de belleza a la moda, mal disfrazan la artificialidad de la figura y la vanidad frívola que ahí se revela.
Tales personas son víctimas de una cultura que no cultiva el cuidado propio de cada fase de la vida, con su belleza y luminosidad, y también con las marcas de una vida vivida que dejó estampada en el rostro y en el cuerpo las luchas, los sufrimientos, las superaciones. Tales marcas crean una belleza singular y una luminosidad específica, en vez de fijar a las personas en un tipo de perfil de un pasado ya vivido.
Cuidamos positivamente del cuerpo regresando a la naturaleza y a la Tierra, de las cuales nos habíamos exiliado hace siglos, con una actitud de sinergia y de comunión con todas las cosas. Esto significa establecer una relación de biofilia, de amor y de sensibilización hacia los animales, las flores, las plantas, los climas, los paisajes y la Tierra. Cuando nos la muestran desde el espacio exterior –esas preciosas imágenes del globo terrestre trasmitidas por los telescopios o por las naves espaciales–, irrumpe en nosotros un sentido de reverencia, de respeto y de amor por nuestra Gran Madre, de cuyo útero venimos todos. Ella es pequeña, cosmológicamente ya envejecida, pero radiante y llena de vida.
Tal vez el mayor desafío para el ser humano-cuerpo consiste en lograr un equilibrio entre la autoafirmación sin caer en la arrogancia y el menosprecio de los otros, y la integración en un todo mayor, la familia, la comunidad, el grupo de trabajo y la sociedad, sin dejarse masificar y caer en una adhesión acrítica. La búsqueda de este equilibrio no se resuelve de una vez por todas, debe de ser trabajada diariamente, pues se nos pide en cada momento. Hay que encontrar el balance adecuado entre las dos fuerzas que nos pueden desgarrar o integrar.
El cuidado de nuestro estar-en-el-mundo incluye también nuestra dieta: lo que comemos y bebemos. Hacer del comer más que un acto de nutrición, un rito de celebración y de comunión con los otros comensales y con los frutos de la generosidad de la Tierra. Saber escoger los productos orgánicos o los menos quimicalizados. De ahí resulta una vida sana que asume el principio de precaución contra eventuales enfermedades que nos pueden sobrevenir por el ambiente degradado.
De esta manera el ser humano-cuerpo deja transparentar su armonía interior y exterior, como miembro de la gran comunidad de vida. 

sábado, 30 de noviembre de 2013

Hablemos en serio acerca del cambio climático

Amy Goodman
Democracy Now
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=177529

Un nuevo evento climático extremo está afectando una de las tradiciones más populares de Estados Unidos: el Día de Acción de Gracias. Los meteorólogos de The Weather Channel han denominado a esta tormenta de invierno “Bóreas”, en honor al antiguo Dios del viento norte de la mitología griega, el portador del invierno. Se ha informado que al menos catorce personas han muerto hasta el momento como consecuencia de la tormenta y 58 millones han sido afectadas. Bóreas ha provocado nevadas y lluvias heladas a lo largo del noreste de Estados Unidos en los días de mayor tránsito del año. Los informes sobre el tiempo en la televisión siguen todos el mismo modelo: el intrépido periodista aparece de pie junto a una autopista nevada o en un aeropuerto donde los pasajeros están varados. ¿Acaso no sería una buena idea aprovechar la escena de los transportes que utilizan combustibles fósiles como excusa para hablar del cambio climático? ¿Por qué no hablamos de cómo nuestro estilo de vida, que depende tanto de actividades que emiten gases de efecto invernadero, desde conducir automóviles hasta viajar en avión, contribuye directamente a distorsionar el clima?
Los expertos del clima prevén que, a medida que aumente la temperatura de la Tierra, los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes y severos. El Centro Tyndall para la Investigación sobre el Cambio Climático es una organización con sede en Gran Bretaña que reúne a científicos y expertos para investigar, evaluar y comunicar las nuevas realidades provocadas por el calentamiento global. Los científicos del Centro Tyndall asistieron la semana pasada a la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Varsovia, Polonia. Kevin Anderson es el subdirector del centro. Si bien Varsovia está a tan solo dos horas de avión de Manchester, Anderson prefirió tomar el tren, por lo que viajó durante 23 horas.
“Las emisiones de dióxido de carbono provocadas por los aviones son bastante emblemáticas de la vida moderna, en especial para el puñado de personas ricas como nosotros, y simbolizan lo que hacemos día a día. No pensamos dos veces sobre si generamos más o menos emisiones de carbono. Creo que, hasta cierto punto, los científicos están haciendo un excelente trabajo para mostrar la gravedad del problema, pero el lenguaje que hemos utilizado no ha demostrado la gravedad del asunto a los responsables políticos y eso puede verse claramente aquí. En las grandes sesiones plenarias se puede escuchar a los ministros afirmar con su retórica vacía: ‘Debemos hacer algo al respecto’. Son obviedades. Podemos hablar durante horas, pero la ciencia ha demostrado que este proceso está mal encausado”, sostuvo el Profesor Anderson.

La conferencia le brinda a un miembro de la delegación de jóvenes la oportunidad de hablar ante la sesión plenaria. Este año, fue Marian Hussein Osman, una joven activista somalí, originaria de Mogadiscio, quien habló ante los presentes: “Si bien la existencia humana no es negociable, ustedes hicieron una apuesta de 21 años con respecto a nuestro futuro. En las últimas horas [de negociaciones], ministros y delegados, les ruego que no permitan que Varsovia se convierta en otro Copenhague. La avaricia y los intereses mezquinos de una minoría no deberían despojarnos de lo que son indiscutiblemente nuestros derechos humanos inalienables. En un momento en que nuestros hogares, nuestro sustento e incluso la existencia geofísica están en riesgo, una mayor ambición para combatir el cambio climático no es algo opcional, sino fundamental”.
Poco antes de finalizar la cumbre, alrededor de 800 personas abandonaron las negociaciones y declararon a la conferencia sobre cambio climático de Varsovia la peor hasta la fecha. Llevaban carteles que decían: “Los contaminadores hablan, nosotros marchamos”, debido a que las negociaciones de la ONU en Varsovia fueron, por primera vez, co-auspiciadas por las industrias del carbón y el petróleo. Mientras cientos de activistas y representantes de ONG se reunían en el hall del Estadio Nacional de Varsovia (donde se desarrolló la cumbre sobre cambio climático) para abandonar la conferencia, el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, tomó la palabra: “Tenemos un mensaje para nuestros líderes políticos: entiendan que la naturaleza no es negociable. No podemos cambiar la ciencia, sino que debemos cambiar la voluntad política. Tienen la capacidad para hacerlo, y ya no pueden seguir postergándolo. Deben comenzar a hacerlo ahora”.
Quienes abandonaron la conferencia también llevaban otro mensaje, la palabra en español “Volveremos”, junto a la traducción al inglés: “We will be back”. Jamie Henn, de 350.org, sintetizó el espíritu de la acción de abandonar la conferencia y la promesa colectiva de quienes se reunieron para fortalecer los movimientos de base a nivel mundial: “Creo que el acontecimiento más importante en este momento es que algunas de las ONG más grandes del mundo, como WWF , Oxfam, Greenpeace, grupos que tradicionalmente han participado en este proceso están diciendo ‘Necesitamos cambiar de táctica. Necesitamos comenzar a pensar en la industria de los combustibles fósiles de otra manera’. El mensaje de la camiseta dice: ‘Los contaminadores hablan, nosotros marchamos’. Creo que haber salido de las negociaciones demuestra que habrá un nuevo tipo de compromiso para realmente enfrentarse a la industria de los combustibles fósiles, realizar campañas de desinversión, oponerse a los oleoductos como Keystone XL. Nos estamos dando cuenta de que para poder lograr un avance con respecto al clima, no podemos simplemente asistir a las conferencias y pedir a los líderes políticos que adopten medidas. Necesitamos enfrentarnos directamente a la industria”.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

martes, 26 de noviembre de 2013

Solo 90 compañías causaron dos tercios de las emisiones de calentamiento global producidas por el hombre


Just 90 companies caused two-thirds of man-made global warming emissions
 
Chevron, Exxon and BP among companies most responsible for climate change since dawn of industrial age, figures show
The climate crisis of the 21st century has been caused largely by just 90 companies, which between them produced nearly two-thirds of the greenhouse gas emissions generated since the dawning of the industrial age, new research suggests.
The companies range from investor-owned firms – household names such as Chevron, Exxon and BP – to state-owned and government-run firms.
 Sandbag’s report into the emergence of emissions trading in China : carbon pollutionThe analysis, which was welcomed by the former vice-president Al Gore as a "crucial step forward" found that the vast majority of the firms were in the business of producing oil, gas or coal, found the analysis, which has been published in the journal Climatic Change.
"There are thousands of oil, gas and coal producers in the world," climate researcher and author Richard Heede at the Climate Accountability Institute in Colorado said. "But the decision makers, the CEOs, or the ministers of coal and oil if you narrow it down to just one person, they could all fit on a Greyhound bus or two."
Half of the estimated emissions were produced just in the past 25 years – well past the date when governments and corporations became aware that rising greenhouse gas emissions from the burning of coal and oil were causing dangerous climate change.
Many of the same companies are also sitting on substantial reserves of fossil fuel which – if they are burned – puts the world at even greater risk of dangerous climate change.
Climate change experts said the data set was the most ambitious effort so far to hold individual carbon producers, rather than governments, to account.
The United Nations climate change panel, the IPCC, warned in September that at current rates the world stood within 30 years of exhausting its "carbon budget" – the amount of carbon dioxide it could emit without going into the danger zone above 2C warming. The former US vice-president and environmental champion, Al Gore, said the new carbon accounting could re-set the debate about allocating blame for the climate crisis.
Leaders meeting in Warsaw for the UN climate talks this week clashed repeatedly over which countries bore the burden for solving the climate crisis – historic emitters such as America or Europe or the rising economies of India and China.
Gore in his comments said the analysis underlined that it should not fall to governments alone to act on climate change.
"This study is a crucial step forward in our understanding of the evolution of the climate crisis. The public and private sectors alike must do what is necessary to stop global warming," Gore told the Guardian. "Those who are historically responsible for polluting our atmosphere have a clear obligation to be part of the solution."
Between them, the 90 companies on the list of top emitters produced 63% of the cumulative global emissions of industrial carbon dioxide and methane between 1751 to 2010, amounting to about 914 gigatonne CO2 emissions, according to the research. All but seven of the 90 were energy companies producing oil, gas and coal. The remaining seven were cement manufacturers.
The list of 90 companies included 50 investor-owned firms – mainly oil companies with widely recognised names such as Chevron, Exxon, BP , and Royal Dutch Shell and coal producers such as British Coal Corp, Peabody Energy and BHP Billiton.
Some 31 of the companies that made the list were state-owned companies such as Saudi Arabia's Saudi Aramco, Russia's Gazprom and Norway's Statoil.
Nine were government run industries, producing mainly coal in countries such as China, the former Soviet Union, North Korea and Poland, the host of this week's talks.
Experts familiar with Heede's research and the politics of climate change said they hoped the analysis could help break the deadlock in international climate talks.
"It seemed like maybe this could break the logjam," said Naomi Oreskes, professor of the history of science at Harvard. "There are all kinds of countries that have produced a tremendous amount of historical emissions that we do not normally talk about. We do not normally talk about Mexico or Poland or Venezuela. So then it's not just rich v poor, it is also producers v consumers, and resource rich v resource poor."
Michael Mann, the climate scientist, said he hoped the list would bring greater scrutiny to oil and coal companies' deployment of their remaining reserves. "What I think could be a game changer here is the potential for clearly fingerprinting the sources of those future emissions," he said. "It increases the accountability for fossil fuel burning. You can't burn fossil fuels without the rest of the world knowing about it."
Others were less optimistic that a more comprehensive accounting of the sources of greenhouse gas emissions would make it easier to achieve the emissions reductions needed to avoid catastrophic climate change.
John Ashton, who served as UK's chief climate change negotiator for six years, suggested that the findings reaffirmed the central role of fossil fuel producing entities in the economy.
"The challenge we face is to move in the space of not much more than a generation from a carbon-intensive energy system to a carbonneutral energy system. If we don't do that we stand no chance of keeping climate change within the 2C threshold," Ashton said.
"By highlighting the way in which a relatively small number of large companies are at the heart of the current carbon-intensive growth model, this report highlights that fundamental challenge."
Meanwhile, Oreskes, who has written extensively about corporate-funded climate denial, noted that several of the top companies on the list had funded the climate denial movement.
"For me one of the most interesting things to think about was the overlap of large scale producers and the funding of disinformation campaigns, and how that has delayed action," she said.
The data represents eight years of exhaustive research into carbon emissions over time, as well as the ownership history of the major emitters.
The companies' operations spanned the globe, with company headquarters in 43 different countries. "These entities extract resources from every oil, natural gas and coal province in the world, and process the fuels into marketable products that are sold to consumers on every nation on Earth," Heede writes in the paper.
The largest of the investor-owned companies were responsible for an outsized share of emissions. Nearly 30% of emissions were produced just by the top 20 companies, the research found.
By Heede's calculation, government-run oil and coal companies in the former Soviet Union produced more greenhouse gas emissions than any other entity – just under 8.9% of the total produced over time. China came a close second with its government-run entities accounting for 8.6% of total global emissions.
ChevronTexaco was the leading emitter among investor-owned companies, causing 3.5% of greenhouse gas emissions to date, with Exxon not far behind at 3.2%. In third place, BP caused 2.5% of global emissions to date.
The historic emissions record was constructed using public records and data from the US department of energy's Carbon Dioxide Information and Analysis Centre, and took account of emissions all along the supply chain.
The centre put global industrial emissions since 1751 at 1,450 gigatonnes.

Fuente: http://www.theguardian.com/environment/2013/nov/20/90-companies-man-made-global-warming-emissions-climate-change

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Seremos una célula cancerígena a ser extirpada?

Leonardo Boff

2013-11-25

Hay negacionistas de la Shoah (eliminación de millones de judíos en los campos nazis de exterminio) y hay negacionistas de los cambios climáticos de la Tierra. Los primeros reciben el desprecio de toda la humanidad; los segundos, que hasta hace poco sonreían cínicamente, ahora ven día a día que sus convicciones están siendo refutadas por hechos innegables. Sólo se mantienen coaccionando a algunos científicos para que no digan todo lo que saben, como ha sido denunciado por diferentes y serios medios alternativos de comunicación. Es la razón enloquecida que busca la acumulación de riqueza sin ninguna otra consideración.
En tiempos recientes hemos conocido eventos extremos de la mayor gravedad: los huracanes Katrina y Sandy en Estados Unidos, tifones terribles en Paquistán y Bangladesh, el tsunami del Sudeste de Asia, el tifón de Japón que dañó peligrosamente las centrales nucleares de Fukushima y hace pocos días el avasallador tifón Haiyan en Filipinas que ha dejado miles de víctimas.
Hoy se sabe que la temperatura del Pacífico tropical, de donde nacen los principales tifones, estaba normalmente por debajo de los 19,2°C. Las aguas marítimas se han ido calentando hasta el punto de quedar hacia el año 1976 en 25°C y a partir de 1997/1998 alcanzaron los 30°C. Tal hecho produce gran evaporación de agua. Los eventos extremos ocurren a partir de los 26°C. Con el calentamiento, los tifones aparecen con más frecuencia y con vientos de mayor velocidad. En 1951 eran de 240 km/h; en 1960-1980 subieron a 275 km/h; en 2006 llegaron a 306 km/h y en 2013 a los terroríficos 380 km/h.
En los últimos meses cuatro informes oficiales de organismos ligados a la ONU lazaron una vehemente alerta sobre las graves consecuencias del creciente calentamiento global. Está comprobado, con un 90% de seguridad, que es provocado por la actividad irresponsable de los seres humanos y de los países industrializados.
Lo confirmó en septiembre el IPPC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático) que articula a más de mil científicos; lo mismo ha hecho el Programa del Medio Ambiente de la ONU (PNUMA); enseguida el Informe Internacional del Estado de los Océanos denunció el aumento de la acidez, que por eso absorbe menos C02; finalmente el 13 de noviembre en Ginebra la Organización Meteorológica Mundial. Todos son unánimes en afirmar que no estamos yendo hacia el calentamiento global, sino que estamos ya dentro de él. Si en los inicios de la revolución industrial la concentración de CO2 era de 280 ppm (partes por millón), en 1990 se elevó a 350 ppm y hoy ha llegado a 450 ppm. En este año se ha dado la noticia de que en algunas partes del planeta ya se rompió la barrera de los 2°C, lo que puede acarrear daños irreversibles para los demás seres vivos.
Hace pocas semanas, a la Secretaria Ejecutiva de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres, en plena entrevista colectiva se le saltaron las lágrimas al denunciar que los países no hacen casi nada para la adaptación y la mitigación del calentamiento global. Yeb Sano de Filipinas, en la 19ª Cumbre del Clima de Varsovia realizada del 11 al 22 de noviembre, lloró ante los representantes de 190 países contando el horror del tifón que había devastado su país, alcanzando a su misma familia. La mayoría no pudo contener las lágrimas. Pero para muchos eran lágrimas de cocodrilo. Los representantes ya traen en su cartera las instrucciones preparadas previamente por sus gobiernos, y los grandes dificultan de muchas maneras cualquier consenso. Allí están también los dueños del poder en el mundo, dueños de las minas de carbón, muchos accionistas de petroleras o de siderurgias movidas por carbón, de industrias de montaje y otros. Todos quieren que las cosas sigan como están. Es lo peor que nos puede pasar, porque entonces el camino hacia el abismo se vuelve más directo y fatal. ¿Por qué esa irracional oposición?
Vayamos directos a la cuestión central: este caos ecológico se lo debemos a nuestro modo de producción que devasta la naturaleza y alimenta la cultura del consumismo ilimitado. O cambiamos nuestro paradigma de relación con la Tierra y con los bienes y servicios naturales o vamos irrefrenablemente al encuentro de lo peor. El paradigma vigente se rige por esta lógica: ¿cuánto puedo ganar con la menor inversión posible en el más corto lapso de tiempo con innovación tecnológica y con mayor potencia competitiva? La producción está dirigida al puro y simple consumo que genera acumulación, siendo esta el objetivo principal. La devastación de la naturaleza y el empobrecimiento de los ecosistemas ahí implicados son meras externalidades (no entran en la contabilidad empresarial). Como la economía neoliberal se rige estrictamente por la competición y no por la cooperación, se establece una guerra de mercados, de todos contra todos. Quien paga la cuenta son los seres humanos (injusticia social) y la naturaleza (injusticia ecológica).
Ocurre que la Tierra no aguanta más este tipo de guerra total contra ella. Necesita un año y medio para reponer lo que le arrancamos en un año. El calentamiento global es la fiebre que denuncia que está enferma, gravemente enferma.
O comenzamos a sentirnos parte de la naturaleza y entonces la respetamos como a nosotros mismos, o pasamos del paradigma de la conquista y de la dominación al del cuidado y de la convivencia y producimos respetando los ritmos naturales y dentro de los límites de cada ecosistema, o si no preparémonos para las amargas lecciones que la Madre Tierra nos dará. Y no se excluye la posibilidad de que ella no nos acepte más y se libere de nosotros como nos liberamos de una célula cancerígena. Ella puede continuar, cubierta de cadáveres, pero sin nosotros. Que Dios no permita semejante trágico destino.          

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Es este el comienzo de una revolución en bicicleta? Europeos pierden el interés por los autos

http://www.ecoosfera.com/2013/11/es-este-el-comienzo-de-una-revolucion-en-bicicleta-en-europa-pierden-el-interes-por-los-autos/

Algunos países europeos nos demuestran que trasladarnos en bicicleta es mucho más viable de lo que nos gusta pensar.
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Algunas de las ciudades más bici-amigables en el mundo se encuentran en Europa. París, Ámsterdam y Londres son reconocidas por crear condiciones que favorecen a los ciclistas. Pero este fenómeno se ha esparcido por todo el continente, este año en Italia se vendieron más bicicleta que autos —es la primera vez que esto sucede desde la Segunda Guerra Mundial. Las siguientes gráficas contrastan la popularidad de las bicicletas en comparación con la de los autos.
La primera gráfica muestra las nuevas compras de coches y bicicletas en el 2012.
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La segunda, los países en los que las compras de bicicletas superaron más las compras de autos.
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Hasta cierto punto, no es sorprendente que con la crisis financiera las ventas de automóviles hayan bajado, sin embargo la popularidad de las bicicletas demuestra la adaptabilidad de las personas y el deseo por encontrar soluciones alternas. Mientras que algunos podrán justificarlo como parte de la “infraestructura europea”, quizá sea mejor tomarlos como un ejemplo de que la revolución en bicicleta es posible, solo tenemos que hacerlo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

ONU señala fenómenos climáticos extremos en 2013 y nivel del mar alto


 GINEBRA, (AFP) – El año 2013 no fue el más caluroso, pero estuvo marcado por fenómenos extremos, como demuestra el reciente tifón Haiyan, y un nivel sin precedentes de los mares, anunció el miércoles la ONU. 

cambioSegún las cifras provisorias (las definitivas serán publicadas en marzo de 2014) publicadas el miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia especializada de la ONU, 2013 está a punto de convertirse en uno de los diez años más cálidos desde el comienzo de las estadísticas modernas, en 1850
Por otra parte, “el nivel promedio del mar alcanzó un nuevo récord en marzo de 2013″, indicaron los expertos.
Los nueve primeros meses del año se sitúan, al igual que en 2003, en el séptimo lugar de los más cálidos hasta la fecha.
Muchas regiones tuvieron temperaturas superiores al promedio, sobre todo el noreste de América del Sur, Australia, el norte de América del Norte, el norte de África y gran parte de Eurasia.
El período enero-septiembre de 2013 fue más cálido que el correspondiente de 2011 y 2012, cuando el fenómeno climático de La Niña provocó un enfriamiento.
“El nivel de los mares se elevó a un ritmo promedio de 3,2 milímetros anuales
(…) cerca del ritmo de aproximadamente 3 mm/año observado durante la década 2001-2010 y corresponde al doble del registrado en el siglo XX, que es de 1,6 mm/año”, advirtieron los expertos.
Según el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, “el nivel del mar continuará elevándose debido al deshielo de los casquetes glaciares y de los glaciares. Más de 90% del calor suplementario proveniente de los gases con efecto de invernadero es absorbido por los océanos, que continuarán calentándose y dilatándose durante cientos de años”.
Eso hace temer un futuro más cálido y peligroso para las poblaciones.
“Aunque no se pueden atribuir directamente los ciclones tropicales al cambio climático, la elevación del nivel del mar hace que las poblaciones costeras sean más vulnerables a las ondas de las tempestades, lo que tuvo consecuencias trágicas en el caso de Filipinas”, explicó Jarraud, refiriéndose al tifón Haiyan.
En Filipinas, el nivel del mar se elevó a un ritmo promedio de 12 mm/año, cerca de cuatro veces más que el ritmo promedio en todo el planeta, lo que explica en parte la gravedad de los daños causados por el tifón, precisó. Jarraud subrayó que el debilitamiento de las tierras, debido a la explotación humana de las capas freáticas en la región, también amplificó el impacto de la catástrofe.
Las advertencias de los expertos tienen lugar mientras Polonia recibe esta semana a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, durante la cual 190 Estados continuarán sus negociaciones. Estas deberían desembocar en 2015 en París en un acuerdo global para limitar las emisiones de gases con efecto de invernadero, responsables del calentamiento global.
El banco de hielo ártico se recuperó ligeramente
Entre junio y agosto de 2013, una presión atmosférica inferior al promedio dominó una gran parte del Océano Ártico. Esto limitó el transporte de calor procedente del sur y aumentó la nubosidad, produciendo temperaturas más débiles que el año pasado. Los vientos asociados provocaron una extensión de la cobertura de hielo, que ocupó una superficie mayor.
El banco de hielo se recuperó ligeramente después del espectacular deshielo sin precedentes de 2012, pero su extensión sigue siendo una de las más débiles observadas y su velocidad de deshielo se acelera, según los expertos.
Paralelamente, por segundo año consecutivo, la extensión del banco de hielo de la Antártida alcanzó un nuevo máximo, con 19,47 millones de km2, o sea aproximadamente 30.000 km2 más que el récord precedente, establecido en 2012, y 2,6 % más que el promedio calculado para el períod.

http://elnacional.com.do/onu-senala-fenomenos-climaticos-extremos-en-2013-y-nivel-del-mar-alto/

domingo, 3 de noviembre de 2013

El desarrollo económico está llevando a la destrucción de la naturaleza y la vida



Publicado: 3 nov 2013 | 12:22 GMT Última actualización: 3 nov 2013 | 12:23 GMT

La obsesión por el crecimiento económico ha eclipsado la preocupación por la sostenibilidad, la justicia y la dignidad humana. Las personas no son desechables y el valor de la vida debe situarse fuera de este 'desarrollo', opinan algunos filósofos.
"El crecimiento económico sin límites es sueño de economistas, empresarios y políticos, visto como una medida del progreso, pero que eclipsa la pobreza generada a través de la destrucción de la naturaleza, que a su vez conduce a la aparición de naciones incapaces de valerse por sí mismas", opina la filósofa y escritora india Vandana Shiva en un artículo del diario británico 'The Guardian'.

Según Vandana, el concepto de crecimiento económico apareció durante la Segunda Guerra Mundial como una medida para movilizar recursos. "El producto interno bruto se basa en la creación de una frontera ficticia, en el supuesto de que si produces tanto como lo que consumes, entonces no produces. En efecto, este 'crecimiento' mide la rapidez de la conversión de la naturaleza en dinero y los bienes comunes en materia prima", explica Shiva.

En este contexto, los ciclos naturales como "la renovación del agua y alimentos que produce la naturaleza" no entran en la categoría productiva de este concepto. "Un bosque vivo ha dejado de contribuir al desarrollo de la economía, pero si los árboles son talados y vendidos como madera nuestra economía va a crecer. Una sociedad saludable no contribuye al crecimiento, pero las enfermedades generan crecimiento a través de, por ejemplo, la venta de medicamentos patentados", continúa.
Una sociedad saludable no contribuye al crecimiento económico, pero las enfermedades sí, con la venta de medicamentos patentados

El agua es un bien común que pertenece a todos por igual para garantizar las necesidades de todas las personas. "Sin embargo, no genera crecimiento económico. Pero cuando la multinacional Coca-Cola construye fábricas, y empieza a bombear el líquido vital de las profundidades de la tierra para meterlo en las botellas, entonces sí hay un crecimiento económico", critica Vandana.

"La evolución nos ha dotado de semillas. Los agricultores las han seleccionado y cruzado creando una diversificación que es la base de nuestra producción alimentaria. Pero estas semillas, que dan y renuevan la vida, que son cultivadas y almacenadas por los agricultores para la siembra no contribuyen al crecimiento de la economía. El crecimiento económico empieza cuando las compañías modifican las semillas y las patentan introduciendo cerraduras genéticas, obligando a los agricultores a comprarlas cada temporada de siembra", agrega.

Sin embargo, este crecimiento se basa en la generación de más pobreza, tanto para la naturaleza como para las comunidades locales, expone la filósofa, quien señala que la biodiversidad se está destruyendo y los recursos naturales de todos y de libre acceso se han convertido en materias primas patentadas.

De igual manera la pobreza sigue ampliando sus fronteras con la privatización de los sistemas públicos, se expone también en el artículo. "La privatización del agua, electricidad, salud y la educación conducen al crecimiento económico, ya que crecen los ingresos de los empresarios. Pero también genera pobreza, obligando a la gente a gastar grandes cantidades de dinero en algo que debería estar disponible para todos a precios asequibles", censuró Shiva.

"Cuando todos los aspectos de la vida son comercializados y mercantilizados, la vida se vuelve más cara y la gente más pobre. Algo que no es sostenible e injusto económicamente", finalizó la escritora india.

martes, 15 de octubre de 2013

La amenaza del frío

Antonio Barrero F.                                                                                                                                        
http://www.energias-renovables.com/articulo/aulla-en-bruselas-el-lobby-mas-feroz-20131014
Las más poderosas de entre las poderosas, las más grandes compañías eléctricas de Europa, se reunieron la semana pasada en Bruselas para transmitirle al Parlamento Europeo muy claramente, y muy de cerca, dos mensajes muy concretos. Uno: que elimine toda ayuda al sector eléctrico renovable, que es el único por cierto que puede independizar al Viejo Continente del petróleo y el gas de los emiratos árabes. Y dos: que incremente la cuantía de las subvenciones que reciben sus centrales de gas.
La amenaza del frío
Diez presidentes de otras tantas multinacionales europeas, las más poderosas del sector eléctrico continental, se han reunido en Bruselas para darle un claro aviso al Parlamento Europeo. A saber: o acaba con las ayudas al sector de las energías renovables y engorda las subvenciones que ya recibe el gas... o la próxima ola de frío que arrase Europa se saldará con apagones generalizados. Esa es, grosso modo, la conclusión que muchos actores del sector han extraído de la comparecencia pública conjunta que organizaron el viernes pasado los más poderosos de entre los poderosos, los presidentes y consejeros delegados de GasTerra (Holanda), Gas Natural Fenosa, Gaz de France (GDF-Suez), CEZ Group (Chequia), Vattenfall (Suecia), Iberdrola, las italianas ENI y Enel y las alemanas E.On y RWE. Las tres eléctricas "españolas" -Iberdrola, cuyo principal accionista es el fondo soberano de Catar; Endesa, que pertenece a la empresa pública italiana Enel; y Gas Natural Fenosa, en cuyo accionariado se encuentra la empresa pública argelina Sonatrach- acumularon en el primer semestre de 2013 beneficios netos por valor de más de 3.500 millones de euros (Iberdrola, 1.728; Endesa, 1.114; y Gas Natural Fenosa, 780 millones de euros).
Las luces de la I+D, frente a los pozos de la crisis
De los dos extremos del gran nudo gordiano en que se ha convertido el sector eléctrico europeo tiran actualmente dos fuerzas extraordinarias y antagónicas. Por una parte, en la vanguardia, la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), que ha lanzado en diez años al estrellato al sector de las energías renovables, capaz él de reducir sus costes de modo inaudito (en el caso de la fotovoltaica, hasta un 80% en los últimos cinco años). Un sector, en definitiva, que ha crecido de modo formidable en toda Europa a lomos de ese desarrollo tecnológico ayer poco menos que impensable, y aupado además por políticas de apoyo que vieron en esas fuentes de energía autóctonas -el viento y el sol, sobre todo- la mejor manera de independizarse de las periódicas crisis del petróleo y del gas.
El cambio climático
Entre tanto, del otro extremo del nudo tiran las grandes eléctricas de Europa, que "consintieron" en principio esas políticas de fomento de las energías renovables seguramente porque no intuyeron ese desarrollo formidable. Poderosas multinacionales que apostaron además por un combustible fósil, el gas, con inmensas inversiones en infraestructuras -gasoductos, almacenes como el Castor, centrales térmicas de ciclo combinado- y que, ahora, se enfrentan a un doble enemigo: por una parte, la crisis económica, que ha reducido mucho, mucho la demanda, y, por otra, la prioridad de acceso a red de las tecnologías limpias -las renovables-, tecnologías que Bruselas consideró debían ser priorizadas porque generaban electricidad sin emitir CO2, gas promotor del cambio climático.
Funcionando solo al 11%
¿Conclusión? Cada vez hay más kilovatios verdes en las redes eléctricas europeas, mientras que, cada vez (y a la par), les cuesta más entrar en la cesta eléctrica a los kilovatios que genera el gas en sus centrales térmicas de ciclo combinado. En España, por poner solo un ejemplo, el índice de utilización medio de los ciclos combinados durante los seis primeros meses de 2013 ha sido del 11% (dato Sedigas). El grave error de estrategia empresarial -los señores del gas no supieron prever ni la rápida evolución tecnológica del sector de las energías renovables ni su formidable crecimiento- se está trocando así en una hipoteca descomunal, la de unas compañías, las de gas, que no pueden además saldar su deuda porque no están vendiendo tantos kilovatios como creyeron que iban a vender.
Al dictado de Unesa
La reacción del sector está siendo extraordinariamente virulenta. Y, así, por ejemplo, en España, desde hace ya tres años, la derecha política-energética nacional, ora representada por el PSOE (véase Sebastián), ora por el Partido Popular (léase Soria), trabaja sin denuedo con un propósito muy concreto: afianzar la dictadura del oligopolio, esa tiranía férrea que el sector de las renovables había empezado a poner en tela de juicio, pues había alumbrado nuevos actores en un escenario -el eléctrico- hasta entonces estrictamente monopolizado por Unesa. ¿Y cómo está reforzando esa dictadura la derecha política-energética nacional? Pues con un discurso público muy concreto -las renovables son las culpables de que suba el precio de la electricidad- y con una política, profundamente reaccionaria, y también muy concreta, la de los recortes si hace falta hasta retroactivos.
El laboratorio español
Pues bien, ese discurso y esa política, ejecutados primero en el "laboratorio español", laboratorio gernika donde el temprano triunfo de las energías renovables pronto demostró su "peligrosidad", ahora empieza a ser difundido también en la escena europea, donde las multinacionales más poderosas de entre las poderosas, las más grandes compañías eléctricas de Europa, se han reunido este viernes para contar exactamente lo mismo que Unesa lleva tres años contando aquí. A saber: que las tecnologías renovables no son todavía lo suficientemente maduras -léase por ejemplo la fotovoltaica-, que resultan siempre menos eficientes y seguras que el gas -porque son "intermitentes"- y que son, en todo caso, las culpables del encarecimiento de la electricidad, por su condición de menos eficientes y, además, de receptoras de ayudas multimillonarias.
Historias de jeques y 400.000 millones de euros 
Eso sí, el discurso de los defensores de la dictadura del oligopolio obvia el hecho de que, precisamente en los últimos diez años, el gas natural importado por Europa se ha encarecido en casi un 300% (véase BP Statistical Review of World Energy 2013, página 27). La pregunta que cabría hacer a los diez mandamases reunidos en Bruselas sería, pues: ¿habrá influido en alguna medida ese incremento -casi un 300%- en la subida del precio de la electricidad? En 2012, y según recordaba recientemente -en mayo- otro presidente, el de la Asociación Europea de la Energía Eólica, Thomas Becker, "la UE ha pagado 406.000 millones de euros en concepto de importaciones de petróleo y gas (más de 1.100 millones cada día), factura que ha crecido 200.000 millones de euros en estos últimos tres años".
La amenaza del frío
A pesar de esa brutal dependencia económica-energética (dependencia de los países exportadores de petróleo y gas), y a pesar de que las energías renovables -por su condición de autóctonas- son las únicas que pueden liberar a Europa de ese yugo cada vez más pesado, los diez grandes apuestan por eliminar las ayudas a las tecnologías limpias -únicas además en la lucha contra el cambio climático- y subvencionar en mayor medida al gas, por su condición de gestionable y para que respalde al sistema. La idea es pagar potencia -no kilovatios generados, sino potencia disponible- para que esta permanezca en guardia y opere cuando no sople el viento, no brille el sol y suba la demanda. ¿Por ejemplo? En caso de ola de frío (el ejemplo lo ha puesto el presidente de Gaz de France, GDF Suez, Gerard Mestrallet).
El oligopolio salvaje
O sea, que si el Parlamento Europeo no paga, el horizonte es el frío, según Mestrallet, que ha asegurado que las diez empresas representadas en Bruselas ya han cerrado 50.000 MW de centrales térmicas de gas como consecuencia de la crisis: "esas plantas no estarán ahí en caso de un invierno muy frío, el riesgo de apagón nunca ha sido tan alto", ha dicho el jefe de Gaz de France. Las diez multinacionales suman el 50% de la generación en Europa. En España, la situación de oligopolio salvaje -dictadura- eleva muy mucho ese porcentaje. Según la Asociación de Productores de Energías Renovables (el dato es de mayo), “el 95% de la generación en régimen ordinario lo controlan cinco empresas; el 99,7% de la distribución está controlada por las mismas cinco empresas; y el 79,5% de la comercialización de electricidad lo controlan esas mismas empresas”.
Tres peticiones
Así las cosas, y preguntado sobre las tres peticiones principales del grupo en Bruselas, Mestrallet ha dicho que serían las siguientes: incrementar el precio del carbono en el mercado de emisiones; contener la instalación de potencia para evitar el que ha calificado como "dramático" cierre de más centrales de gas; y eliminar las ayudas a las renovables en el caso de las tecnologías maduras, que deben operar en el mercado como cualquier otra tecnología (en referencia a la eólica), a la par que se concentran esas ayudas en la investigación y el desarrollo de las tecnologías que aún no han alcanzado ese estadio (en referencia a la solar). La división española del grupo, encabezada por José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Rafael Villaseca (Gas Natural Fenosa), ha insistido en la idea habitual: que las tecnologías caras, refiriéndose a las renovables, beneficiarias hoy de las subvenciones, están echando del mercado a las baratas y eficientes, en referencia al gas.
La guerra
En el fondo de todo, y, en realidad, no hay otra cosa que "la guerra por el kilovatio perdido", o por los muchos kilovatios que hoy ya no pueden vender los ciclos combinados, que han perdido buena parte de su hueco en el mix eléctrico porque son kilovatios sucios -emisores de CO2, desencadenantes de cambio climático- y no tienen prioridad de acceso a la red (la prioridad la tienen los kilovatios limpios, renovables, que no generan CO2). He ahí el quid de la cuestión. Los hacedores de la burbuja del gas (en España se han instalado más de 27.000 MW en los últimos diez años) se equivocaron con su carísima apuesta metanera –probablemente llevados de la mano del negacionismo del cambio climático– y, sobre todo, al no prever tampoco el desarrollo formidable de las tecnologías renovables, cada vez más competitivas. La situación, vivida en primer lugar en el laboratorio español, está siendo ahora experimentada en el resto del continente.
Viva la potencia
El análisis, dentro del sector todo, bien podría ser este: "el fracaso es rotundo, de acuerdo, nos equivocamos... Eso sí, lo que hace falta es que ese fiasco no sea mayor aún. Así que vamos a evitar una sangría adicional de kilovatios; vamos a evitar a toda costa la instalación de potencia renovable adicional; y vamos a agitar cuantos fantasmas sea preciso -en este caso y para empezar, olas de frío- para convencer a todo el mundo de lo imprescindible que es mantener viva la potencia de gas". El fondo del discurso de la derecha política-energética española, la que vela por los intereses de la "dictadura unesa", bien conocido puertas adentro, se reproduce así, casi punto por punto, en Bruselas. "Plantas que son muy eficientes económica y medioambientalmente cierran, mientras que la inversión se va a otras geografías y la industria y los clientes pagan facturas más altas", apuntaba en Bruselas enésimo Sánchez Galán, según recogía en su edición del viernes el diario Expansión.
Los hijos putativos
En España -precursora por su triunfo primero de las energías renovables; y ahora precursora en materia de política energética reaccionaria-, ese discurso -que critica las ayudas a las energías renovables ("culpables" de la carestía de la electricidad), pero ignora el incremento del 300% del precio del gas importado en los últimos diez años-... en España, ese discurso le ha calado hasta la médula, a la clase política nacional, que parece completamente sodomizada por los señores del gas. Hasta el punto de que, desde finales de la década pasada, los hijos putativos de González (a sueldo de Gas Natural) y Aznar (a sueldo de Endesa durante años), han ido desmontando las políticas de apoyo a las energías renovables -únicas autóctonas- mientras incrementaban las ayudas al gas natural. El escenario es pavoroso: la sucesión de ex altos cargos públicos que han estado a sueldo, o lo están, de las compañías eléctricas es interminable: Solbes, Acebes, Salgado, Ana Palacio, Manuel Marín, Martín Villa, Narcís Serra...
El muro de los trescientos
La economía nacional toda, en todo caso, está completamente gasificada. El minúsculo Catar es el tercer suministrador de gas de España y el principal accionista de Iberdrola, la multinacional eléctrica española por antonomasia. Además, es patrocinador del Fútbol Club Barcelona, así como lo es Fly Emirates del Real Madrid, el club de fútbol más rico del mundo. Las conexiones son sinfín (Florentino-ACS-Castor, por poner otro ejemplo)... y pavorosas: 300 de los 323 diputados presentes en el Congreso el pasado 26 de junio paralizaron la propuesta (de Izquierda Plural) de hacer una auditoría energética. Lo hicieron por acción -195 noes- y por omisión -105 abstenciones-. Trescientos padres de la patria que no estuvieron interesados en arrojar luz alguna sobre un agujero negro -el déficit de tarifa- que parió el Partido Popular en tiempos de Rodrigo Rato, hace ya casi quince años, y que han ido amamantando los sucesivos gobiernos que desde entonces han sido.
O se hará el frío
Ahora, el discurso de que las renovables son las culpables del incremento del precio de la electricidad; el discurso de que hay que eliminar las ayudas que las benefician porque unas tecnologías (eólica) son demasiado maduras como para seguir siendo ayudadas, mientras que otras (como la fotovoltaica) resultan aún demasiado poco eficientes como para que Europa invierta en ellas; el discurso del miedo y la seguridad del sistema (el gas respalda y debe ser pagado por ello, porque las renovables son "intermitentes" y para que no haya apagones); el discurso de retorno ideológico (desde las cavernas, pensamiento fósil), discurso reaccionario (en España, incluso, retroactivo), ha llegado a Europa, donde diez presidentes de otras tantas multinacionales, las más poderosas del sector eléctrico continental, se han reunido para darle un claro aviso al Parlamento Europeo. A saber: o acaba con las ayudas al sector de las energías renovables y engorda las subvenciones que ya recibe el gas... o se hará el frío en Europa.