viernes, 31 de mayo de 2013

La batalla global sobre el “apocalipsis de la abeja” se acerca

EU Times
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=168955


Las impactantes actas relativas a la reunión, la semana pasada, del presidente Putin con el Secretario de Estado de los EEUU, John Kerry, revelan la “extrema indignación” de los dirigentes rusos con el régimen de protección continua del presidente Obama hacia los gigantes mundiales de la biogenética, Syngenta y Monsanto, frente a la inminente ”apocalipsis de las abejas” que, según el Kremlin, “con toda seguridad” puede conducir a una guerra mundial.
Según dichas actas, publicadas hoy en el Kremlin por el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Federación Rusa (MNRE), Putin estaba tan indignado por la negativa de Obama a discutir sobre este grave asunto, que durante 3 horas incluso rechazó reunirse con Kerry, quien había viajado a Moscú en misión diplomática, cediendo después a fin de no provocar una ruptura aún mayor entre ambas naciones.
En el centro de la disputa entre Rusia y los EEUU, según el informe del MNRE, se encuentra la “indiscutible evidencia” de que un tipo de insecticidas neuro-activos relacionados con la nicotina, y conocidos con el nombre de neonicotinoides, están destruyendo la población de abejas de nuestro planeta, y que, de no controlarse, podrían destruir nuestra capacidad mundial para cultivar suficientes alimentos para alimentar su población.
La situación se ha vuelto tan grave, informa el MNRE, que la Comisión Europea al completo votó, la semana pasada, una prohibición cautelar de 2 años (empezará el 1 de diciembre de 2013) para pesticidas “mata abejas”, siguiendo el ejemplo de Suiza, Francia, Italia, Rusia, Eslovenia o Ucrania, países que habían prohibido anteriormente la utilización en el continente de estos peligrosos organismos genéticamente alterados.
Dos de los más temidos neonicotinoides que ahora han sido prohibidos son el Actara y el Cruiser, fabricados por el gigante suizo de las semillas y pesticidas biotecnológicos, Syngenta AG, quien da empleo a más de 26.000 personas en cerca de 90 países y que ocupa el tercer puesto del ranquin mundial de ventas en el mercado comercial de semillas para la agricultura.
Es importante tener en cuenta, apunta el informe, que Syngenta, junto a otros gigantes de la biotecnología como Monsanto, Bayer, Down y DuPont, controlan actualmente cerca del 100% del mercado mundial de pesticidas, plantas y semillas genéticamente modificadas.
También es importante destacar en el caso de Syngenta, continúa el informe, que en 2012 fue acusada penalmente en Alemania por haber ocultado el hecho de que su maíz genéticamente modificado había matado ganado, y que se haya establecido una demanda colectiva por valor de 105 millones de dólares en EEUU después de descubrir que había contaminado los suministros de agua de cerca de 52 millones de estadounidenses en más de 2000 distritos con su herbicida Atracina, que puede provocar cambios en el género de los animales.
Cómo de asombrosamente espantosa está la situación, se puede ver, según el MNRE, en el informe realizado el pasado marzo por American Bird Conservancy (ABC), desde el que se advierte del peligro en el que se encuentra el mundo y en el que podemos leer lo siguiente:
Como parte de un estudio sobre los efectos del tipo de insecticidas más utilizado en el mundo, los neonicotinoides, la American Bird Conservancy (ABC) ha hecho un llamamiento a la prohibición de su uso como tratamiento de semillas, así como para la suspensión de todas las solicitudes a la espera de una revisión independiente de los efectos de dichos productos en las aves, invertebrados terrestres o acuáticos y el resto de animales salvajes”.
Está claro que estos químicos tienen el potencial para afectar a toda la cadena alimentaria. La persistencia en el ambiente de los neonicotinoides, su propensión a los vertidos e infiltraciones en las aguas subterráneas, así como su acumulativo, y en gran medida irreversible, modo de actuar en los invertebrados plantea problemas ambientales significativos”, dijo Cynthia Palmer, coautora del informe y directora del Programa para Pesticidas del ABC, una de las organizaciones líderes en EEUU para la conservación de las aves.
El ABC encargó al mundialmente reconocido toxicólogo ambiental, Dr. Pierre Mineau, la dirección de la investigación. El informe de 100 páginas, “El impacto en las aves del insecticida más utilizado en el país”, revisa 200 estudios sobre los neonicotinoides, incluyendo la investigación de la industria obtenida a través de la Ley de libertad de información de los EEUU. El informe evalúa el riesgo toxicológico para las aves y los sistemas acuáticos e incluye comparaciones extensas con otros pesticidas anteriores que han sido sustituidos por los neonicotinoides. La evaluación concluye que los neonicotinoides son letales para las aves y para los sistemas acuáticos de los que dependen.
Un solo grano de maíz recubierto de neonicotinoides puede matar un pájaro”, dijo Palmer. “Incluso un ínfimo grano de trigo o colza tratado con el más antiguo de los neonicotinoides – llamado imidacloprid – puede envenenar fatalmente a un ave. Tan solo una décima parte de una semilla de maíz recubierta de neonicotinoides al día durante la época de incubación puede afectar a la reproducción”.
El nuevo informe concluye que los niveles de contaminación de los neonicotinoides, tanto en las aguas superficiales como las aguas subterráneas, en los EEUU y en el mundo, están más allá del umbral conocido para matar invertebrados acuáticos.
Después de este informe condenatorio, la MRNE dice que un gran grupo de apicultores estadounidenses y medioambientalistas demandaron al régimen de Obama por el uso continuado de estos neonicotinoides indicando: “Vamos a llevar a la EPA (Environmental Protection Agency) ante los tribunales por su fracaso en la protección de las abejas de los pesticidas. A pesar de nuestro gran esfuerzo para alertar a la agencia sobre los problemas que plantean los neonicotinoides, la EPA continuó ignorando las claras señales de alerta de un sistema agrícola en dificultades”.
Y cómo de malo se ha vuelto el sistema agrícola mundial debido a estas plantas, pesticidas y semillas modificadas genéticamente, se puede ver, según el informe, en la propuesta de la EU de la semana pasada, seguida de la prohibición de los neonicotinoides, en la que se propone criminalizar prácticamente todas las semillas y las plantas no registradas en la UE, y en la que podemos leer lo siguiente:
Europa se apresura a los buenos días de 1939, 40,… Una nueva ley propuesta por la Comisión Europea podría ilegalizar el cultivo, la reproducción o la comercialización de cualquier semilla vegetal que no haya sido probada, aprobada y aceptada por una nueva administración europea llamada “Agencia de Variedades Vegetales de la UE”.
La nueva Ley de Material Reproductivo de las plantas de la EU nace con la intención de que sean los Gobiernos los que se hagan cargo de prácticamente todas las plantas y semillas. Aquellos jardineros que cultiven sus propias plantas a partir de semillas no reguladas podrían ser considerados criminales según esta ley.
El informe de la MRNE señala que, a pesar de que esta acción de la UE pudiera parecer acaso draconiana, es, sin embargo, totalmente necesaria para purgar el continente de la continua contaminación de estas “monstruosidades de semillas” criadas genéticamente.
Lo más desconcertante de todo, dice el MRNE, y aquello que ha enfurecido a Putin, ha sido el esfuerzo del régimen de Obama por proteger los beneficios de los productores de pesticidas por encima del daño catastrófico al que se está exponiendo el medioambiente, y como detalla el servicio de noticias de The Guardian en un artículo del 2 de mayo, titulado “Los EEUU rechazan la alegación de la EU de los insecticidas como principal razón del colapso de colonias de abejas”, en el que se puede leer:
La UE ha votado esta semana a favor de una prohibición de 2 años para un tipo de pesticidas, conocidos como neonicotinoides, que han sido asociados al “colapso de las abejas”. El gobierno de los EEUU informa, por el contrario, haber encontrado múltiples razones para el colapso de las colmenas”.
Para una razón “más verdadera” acerca de la protección de Obama de los gigantes de la biotecnología en nuestro mundo, el MNRE dice que puede leerse en este otro informe titulado “Cómo Barack Obama se convirtió en el hombre de Monsanto en Washington”, y en el que se llega a decir lo siguiente:
Después de su victoria en las elecciones de 2008, Obama ocupó puestos clave con gente de Monsanto en aquellas agencias federales que ejercen una fuerza tremenda en temas de alimentación, la USDA y la FDA: en la USDA colocó a Roger Beachy, antiguo director del Monsanto Danforth Center, como director del Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura; en la FDA, colocó al nuevo Zar de las cuestiones de seguridad alimentaria, el infame Michael Taylor, antiguo vicepresidente para políticas públicas de Monsanto, como comisionado adjunto. Taylor había sido fundamental a la hora de conseguir la aprobación de la hormona de crecimiento bovina de ingeniería genética de Monsanto”.
Y peor aún, después de que Rusia suspendiera la importación y uso del maíz modificado de Monsanto, tras la lectura de un estudio que sugería su relación con el cáncer de mama el pasado septiembre, el servicio de noticias de Russia Today informó sobre la respuesta de Obama:
La Cámara de Representantes de los EEUU aprobó la semana pasada a última hora la incorporación en la Ley de asignaciones agrícolas de 2013 de una disposición que protege las semillas genéticamente modificadas de litigios frente a riesgos sanitarios.
La disposición, que se conoce oficialmente como la Farmer Assurance Provision, ha sido ridiculizada por los opositores del lobby biotecnológico como la “Monsanto Protection Act”, ya que despoja a los tribunales federales de la autoridad para detener de inmediato la siembra y venta de semillas genéticamente modificadas (OGM) al margen de la preocupación de los consumidores por su salud.
La disposición, también denunciada como “cláusula biotecnológica”, debería haber trascurrido por los comités de agricultura o judicatura para su revisión. En cambio,no se celebraron sesiones y el asunto era desconocido por la mayoría de los demócratas (quienes detentan la mayoría en el Senado)antes de su aprobación como parte del HR993, la ley de financiamiento a corto plazo que se aprobó para evitar el derribo del gobierno federal.
El 26 de marzo, Obama firmaba la Monsanto Protection Act, garantizando así que el pueblo estadounidense no pueda recurrir contra el gigante de la biotecnología cuando millones de ellos caigan enfermos, muchos de los cuales acabarán muriendo seguramente en la que el informe del MRNE llama la mayor apocalipsis agrícola en la historia de la humanidad, mientras el 90% de las abejas salvajes han muerto ya en EEUU y cerca del 80% de las domesticas también.

domingo, 26 de mayo de 2013

Ética a partir del calentamiento global

Leonardo Boff

En algunos lugares de la Tierra se rompió hace días la barrera de las 400 ppm (partes por millón) de CO2, lo que puede conducir a desastres socio-ambientales de gran magnitud. Si no hacemos nada consistente, podremos conocer días tenebrosos. No es que no se pueda hacer nada más. Si no podemos detener la rueda, podemos sin embargo reducir su velocidad. Podemos y debemos adaptarnos a los cambios y organizarnos para mitigar los efectos perjudiciales. Ahora se trata de vivir con radicalidad las cuatro erres: reducir, reutilizar, reciclar y reabastecer.
Necesitamos una orientación ética que nos ayude a alinear nuestras prácticas para superar la crisis actual. En este cuadro dramático, ¿cómo fundar un discurso ético mínimamente coherente que valga para todos?
Hasta ahora, las éticas y las morales se basaban en las culturas regionales. Hoy, en la fase planetaria de la especie humana, debemos restablecer la ética a partir de algo que sea común a todos y que todos podamos entender y realizar.
Mirando hacia atrás, hemos identificado dos fuentes que guiaron, y aún guían, ética y moralmente las sociedades hasta hoy: la religión y la razón.
Las religiones siguen siendo los nichos de valor privilegiados para la mayoría de la humanidad. Nacen de un encuentro con el Supremo Valor, con el Supremo bien. De esta experiencia nacen los valores de veneración, respeto, amor, solidaridad, compasión y perdón. Muchos pensadores reconocen que la religión, más que la economía y la política, es la fuerza central que mueve a las personas y las lleva hasta a entregar su propia vida (Huntington). Otros llegan a proponer a las religiones como la base más realista y eficaz para construir una ética global para la política y la economía mundiales (Küng). Para eso las religiones deben dialogar entre sí y, en el diálogo, acentuar más los puntos en común que los puntos de disparidad. Con esto se puede marcar el comienzo de la paz entre las religiones. Esta paz no se basta a si misma, sino que debe animar la paz entre todos los pueblos.
La razón crítica, desde que estalló casi al mismo tiempo en todas las culturas mundiales en el siglo sexto A.C., el llamado «tiempo-eje» trató de establecer códigos éticos universalmente válidos, basados principalmente en las virtudes, cuya centralidad la ocupaba la justicia. Pero también afirma la libertad, la verdad, el amor y el respeto al otro.
El fundamento racional de la ética y la moral -ética autónoma- fue un admirable esfuerzo del pensamiento humano, desde los maestros griegos Sócrates, Platón y Aristóteles, pasando por Immanuel Kant hasta los modernos Jürgen, Habermas y Enrique Dussel, y entre nosotros Henrique de Lima Vaz y Manfredo Oliveira entre otros de nuestra cultura.
Sin embargo, el nivel de convencimiento de esta ética racional fue escaso y restringido a los ambientes ilustrados. Por lo tanto, con un impacto limitado en la vida cotidiana de la gente.
Estos dos paradigmas no han sido invalidados por la crisis actual, sino que deben ser enriquecidos si queremos estar a la altura de los retos que nos vienen de la realidad, hoy profundamente modificada.
Para este enriquecimiento necesitamos bajar a aquella instancia en la cual se forman continuamente los valores, contenido principal de la ética. La ética, para ganar un mínimo de consenso, debe brotar de la base común y última de la existencia humana. Esta base no reside en la razón, como siempre ha pretendido Occidente.
La razón -y esto la misma filosofía lo reconoce- no es ni el primero ni el último momento de la existencia. Por eso no explica todo ni abarca todo. Se abre hacia abajo, de donde surge algo más elemental y ancestral: la afectividad y el sentimiento profundo. Irrumpe hacia arriba, hacia el espíritu, que es el momento en que la conciencia se siente parte de un todo y que culmina en la contemplación y en la espiritualidad. Por lo tanto, la experiencia de base no es «pienso, luego existo», sino «siento, luego existo». En la raíz de todo no está la razón («logos»), sino la pasión («pathos»), que se expresa por la sensibilidad y por el afecto. De ahí el esfuerzo actual para rescatar la razón sensible y cordial (Meffesoli, Cortina). Para este tipo de razón captamos el carácter precioso de los seres humanos, lo que los hace dignos de ser deseables. Desde el corazón y no desde la cabeza, vivenciamos los valores. Por los valores nos movemos y somos. En último término, está el amor que es la fuerza más grande del universo y el nombre propio de Dios. Esta ética nos puede comprometer en acciones prácticas para abordar el calentamiento global.
Pero tenemos que ser realistas: la pasión está habitada por un demonio que puede ser destructivo. Es un caudal fantástico de energía que, como las aguas de un río, necesita márgenes, límites y justa medida. Si no, irrumpe avasalladora.
Y es aquí donde entra la función insustituible de la razón. Es propio de la razón ver claro y ordenar, disciplinar y definir la dirección de la pasión.
Aquí surge una dialéctica dramática entre la pasión y la razón. Si la razón reprime la pasión, triunfa la rigidez y la tiranía del orden. Si la pasión dispensa a la razón, prevalece el delirio de las pulsiones del puro disfrute de las cosas. Pero si prevalece la justa medida y la pasión se sirve de la razón para un desarrollo auto-gobernado, entonces puede haber una conciencia ética que nos haga responsables ante el caos ecológico y el calentamiento global. Por aquí va el camino que tenemos que recorrer. Para un nuevo tiempo, una nueva ética

jueves, 23 de mayo de 2013

Establecen nuevo récord mundial de recorrido más largo de avión solar

http://unvrso.ec/0006TEP

El avión Solar Impulse, propulsado gracias al almacenamiento en sus alas de la energía del sol, estableció este jueves un nuevo récord mundial del trayecto más largo sin escalas realizado por un avión de este tipo tras completar un recorrido de 1.541 kilómetros entre Phoenix y Dallas, en EE.UU.
El récord anterior también pertenecía a este avión, de concepción y fabricación suiza, cuando voló 1.116 kilómetros sin una sola gota de carburante entre Suiza y España hace un año.
Desde su sede en la localidad helvética de Payerne, el equipo del proyecto "Solar Impulse" dijo que prepara los trámites para que esta nueva hazaña aérea sea reconocida por la Federación Internacional de Aeronáutica. El vuelo entre Phoenix y Dallas, realizado por el piloto André Borschberg, duró 18 horas y 21 minutos.
Se trata del segundo de un total de cinco tramos que Borschberg y el fundador del proyecto, Bertrand Piccard, tienen previsto realizar alternándose en la cabina de pilotaje del Solar Impulse para unir la Bahía de California y la ciudad de Nueva York.
De conseguirlo, habrán recorrido los 5.000 kilómetros entre las costas oeste y este de Estados Unidos. Sobre el nuevo récord conseguido, Borschberg dijo que fue especialmente difícil por la presencia de fuertes vientos en el momento del aterrizaje, que se produjo minutos después de la 01:00 hora local (06:00 GMT).
"Hay que entender que el piloto necesita permanecer despierto por más de veinte horas porque carece de un sistema de piloto automático", explicó.
El avión solar será exhibido mañana, viernes, en un día de puertas abiertas en el aeropuerto de Dallas para el que se han inscrito más de un millar de personas -incluidos niños de cuatro escuelas locales- que han agotado las entradas disponibles.
Los participantes podrán ver de cerca el Solar Impulse, un prototipo que mide 64 metros de una punta y otra de sus alas, y que viajó desmantelado a bordo de un avión de carga a Estados Unidos el pasado marzo.
Las alas representan la mitad del peso total del aparato (1, 6 toneladas) y están cubiertas por células fotovoltaicas donde se almacena la energía solar.

domingo, 19 de mayo de 2013

¿Comer insectos para acabar con el hambre?

Esther Vivas
Público.es

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, ha publicado esta semana un informe que ha despertado cierto revuelo: Insectos comestibles. Perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y la alimentación, y donde recomienda el consumo de insectos para dar de comer a un número cada vez mayor de personas. Pero, ¿acabar con el hambre en el mundo pasa por empezar a consumir insectos o hacer accesible la comida a la gente? Yo me decanto por la segunda opción.

No tengo nada en contra el consumo de "bichos", que en otras latitudes está plenamente extendido. Según la FAO, hoy en el planeta al menos dos mil millones de personas los ingieren regularmente: escarabajos, orugas, abejas, hormigas, saltamontes, langostas y un largo etcétera. Un total de 1.900 especies que se comen en países de África, Asia y, también, América Latina. Y, según dicho informe tienen un alto contenido en proteínas, materias grasas y minerales. Aquí, pero, la sola idea de llevarnos a la boca dichos insectos no nos produce sino asco.

Las tertulias y debates que estos días han girado alrededor de la propuesta de la FAO en medios de comunicación variopintos, lo han hecho con una clara mirada etnocéntrica de lo que comemos. Asociando el consumo de insectos a un comportamiento primitivo, como si nosotros tuviésemos la verdad absoluta sobre qué se puede y qué no se puede comer. Me pregunto, ¿qué pensarán en otros países de los caracoles en salsa, del conejo asado o, para rizar el rizo, de la paella de arroz y conejo con caracoles? Creo que más de un centro europeo no aguantaría ni dos minutos en la mesa, imaginando su conejo mascota cocinado como un bistec y rodeado de moluscos babosos.

Pero, más allá de consideraciones culturales, creo que el problema del hambre tiene que abordarse desde otra perspectiva. No se trata, como solución mágica, de apostar por la ingesta de insectos, independientemente de las virtudes nutritivas que estos puedan tener, sino el kid de la cuestión está en preguntarnos cómo en un mundo de la abundancia de alimentos hay tantas personas que no tienen qué comer. Hoy el problema del hambre no radica en la producción sino en la distribución. No se trata de producir más, o buscar nuevos comestibles, sino de distribuir aquellos que ya existen y hacerlos accesibles a la gente.

Según la FAO, en la actualidad, se cultiva suficiente como para alimentar a 12 mil millones de personas, y en planeta somos 7 mil millones. Hay comida. El problema radica en manos de quién está. Los alimentos se han convertido en un instrumento de negocio por parte de unas pocas multinacionales de la agroindustria, que priorizan sus intereses empresariales a las necesidades alimentarias de las personas. De este modo, si no tienes dinero para pagar el precio cada día más caro de la comida o acceso a los medios de producción, como tierra, agua y semillas, no comes.

Acabar con el hambre pasa por exigir justicia y democracia en las políticas agrícolas y alimentarias. Y devolver a los pueblos la soberanía alimentaria, la capacidad de decidir sobre qué y cómo se produce, distribuye y se consume. Anteponer derechos a privilegios. Y apostar por otro modelo de agricultura y alimentación: de proximidad, campesina, agroecológica... Sólo así todo el mundo podrá comer.

*Artículo en Público, 18/05/2013.

viernes, 17 de mayo de 2013

La guerra de las grandes petroleras contra la energía solar

JP Sottile
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

¿Recordáis el “pico del petróleo”?
Los demás tampoco se acuerdan.
Es debido a que la teoría operacional de por qué, a comienzos de siglo, las grandes compañías petroleras aumentaron su presión sobre el sistema político y lo utilizaron para adquirir una gran parte del “decreciente” recurso por cualquier medio, a menudo a través de imperialismo por encargo, de repente se ha vuelto irrelevante.
No es que el temor de una inminente y precipitada disminución de la producción de petróleo no fuera un instrumento efectivo para manipular los mercados, influenciar a las autoridades y avivar a las masas sedientas de petróleo para que apoyaran guerras basadas en el petróleo, aunque fuera de forma subconsciente.
Fue efectivo.
Más bien de repente el planeta está inundado de petróleo. Nuevos descubrimientos en África, el oleoducto y el gasoducto tan esperados del Mar Caspio, la expansión de las reservas en EE.UU. y las posibilidades del Mar del Sur de China han convertido el ecosistema de la tierra en una fuente de juvenil exuberancia para las grandes compañías petroleras.
A esto hay que agregar las tecnologías cada vez más sofisticadas empleadas ahora para extraer petróleo de esquisto, hacer hervir pegote de tóxicas arenas bituminosas y la construcción masiva de nuevos proyectos de infraestructuras para transportarlo por el continente y el globo, y se obtiene una suministro de petróleo que no va llegar a un “pico” en algún momento del futuro previsible.
De hecho, con la apertura de la última frontera impoluta –el Océano Ártico– debido al cambio climático alimentado por el petróleo, los responsables de las grandes compañías petroleras podrían estar sacando aún más beneficios de lo que se paga por los combustibles. La quema de muchos hidrocarburos es un gran negocio para la industria petrolera.
¡Es bueno ser rey, y ahora mismo parece que el Gran Petróleo es el rey del mundo!
Pero existe un problema.
Cada día los ejecutivos, geólogos, ingenieros, lobistas y cómplices políticos de la industria petrolera se despiertan frente a una amenaza existencial. No puede ser eliminada por un ejército testaferro. No puede ser sobornada. Y todo el cabildeo del mundo no impedirá que aumente ´todos los días cerniéndose sobre ellos y desafiando cada uno de sus actos.
La industria petrolera no se puede esconder del sol.
Resulta que el sol no solo suministra la energía esencial que impulsa toda la vida en la tierra, sino que además -gracias al ingenio de algunos seres humanos particularmente molestos- su luz fiable se puede convertir en electricidad útil mediante un artefacto milagroso denominado célula fotovoltaica.
Imaginémoslo, ¿y si la gente dejase de quemar petróleo, gas, e incluso carbón, y solo utilizara esos artefactos milagrosos para transformar la energía solar en la electricidad requerida para hacer funcionar casi todo?
Bueno, si alguien es uno de los amos del universo del petróleo, probablemente habrá perdido muchas horas de sueño preocupándose precisamente de ese problema. Pero preocuparse no basta. La industria petrolera está entrando en acción para detener el ataque del sol contra su monopolio energético. Las grandes compañías petroleras se esfuerzan para contrarrestar innovaciones impulsadas por el mercado que no solo hacen que la energía solar sea cada vez más asequible, sino que además hacen que la energía solar sea una inversión cada vez más atractiva para los que hasta ahora eran benefactores fiables en Wall Street de la industria petrolera.
De hecho Bloomberg New Energy Finance (BNEF) publicó recientemente un informe recomendando especialmente el futuro de la energía renovable como inversión. De repente no se trata de ética ecologista. Ahora tiene que ver con pérdidas y ganancias.
Según BNEF, la inversión anual en capacidad de nueva energía renovable va a aumentar significativamente de ahora a 2030. El informe señala: “El escenario más probable implica un salto del 230%, a 630.000 millones de dólares hasta 2030, impulsado por nuevas mejoras en la competitividad de los costes de tecnologías eólicas y solares con respecto a las alternativas basadas en los combustibles fósiles…”
Pero hay más: “Las mejoras en la competitividad de los costes significan que las energías renovables representarán entre el 69% y el 74% de la nueva capacidad energética agregada hasta 2030 en todo el mundo”.
Y mucho mejor aún: Las energías renovables no solo están cruzando la línea del sueño de los hippies de ser la gallina de los huevos de oro; el sector manufacturero se mueve tan rápido que existe un “exceso” de paneles solares. Así es. Los paneles solares ya no son “demasiado caros” o una alternativa “poco realista” al monopolio de la industria petrolera de la producción de energía. En cambio hay un excedente de producción en la manufactura solar.
Sí, es así. ¡Hay un excedente!
El excedente puede ser el verdadero motivo por el cual Solyndra, junto a otros importantes manufactureros solares, colapsó durante los últimos años. Simplemente fueron sobrepasados por rápidos progresos en la manufactura y la mano de obra barata en China. Esa combinación llevó a la obsolescencia rápida e irrevocable de su modelo de producción original. No es un ejemplo de los que castillos en el aire de la tecnología verde se hayan multiplicado. Más bien es un indicio de que las fuerzas del mercado se mueven a una velocidad vertiginosa para ofrecernos a todos el milagro de la energía fotovoltaica exactamente en el momento en el cual el planeta la necesita más.
Ahora, por primera vez en la historia, la industria petrolera se enfrenta a un peligro obvio y presente que realmente promete el suministro de energía sin una panoplia de problemas relacionados con el petróleo:
· Sin el CO2 que altera el clima
· Sin todos los cánceres, el asma y los defectos congénitos que provocan los tubos de escape
· Sin derrames, explosiones y rupturas de oleoductos que destruyen el ecosistema.
· Sin todas esas guerras y sobornos políticos y el apoyo a Petro-Estados represivos.
· Y sin todos esos compromisos morales, éticos y ecológicos que está arrastrando a todo el planeta, y a nosotros con él, en una espiral letal de consumo destructivo.
Pero todavía no comencéis a vender vuestras acciones de Chevron, ExxonMobil, Shell o Halliburton. La industria petrolera ha gastado miles de millones de dólares en el cuidado y bienestar de su control colectivo del mercado energético y, en efecto, del alma del mundo moderno.
La estrategia primordial de la guerra preventiva de la industria petrolera contra el poder revolucionario y liberador del sol es “exceder” el “excedente de renovables”.
De hecho el inventario de petróleo estadounidense llegó a un récord en 82 años el 1 de mayo, ¡con existencias que aumentaron a 395,3 millones de barriles a finales de la semana pasada! El precio del barril se fijó en más de 90 dólares, un descenso del máximo de 118 dólares de febrero de 2013, pero todavía lejos de los 11 a 25 dólares por barril de los peores días de los años de Clinton.
No es sorprendente que el precio en la gasolinera no haya bajado en 82 años. Pero ha bajado y CNNMoney lo pregonó como una dádiva para los consumidores y la tambaleante recuperación económica con un ambicioso titular en primera plana: “Caída de los precios de la gasolina al rescate”.
¿Pero a quién se está rescatando?
¿Consumidores? ¿Pequeñas empresas? ¿Al equipo económico de Obama?
¿O se está rescatando a las grandes compañías petroleras?
Engordadas por los aumentos de los precios de petróleo y gas de la era de Bush, tiene sentido que “sacrifiquen” unos centavos o incluso años de “beneficios fijos” para inundar el mercado con hidrocarburos y limitar los progresos de las energías renovables, y en concreto la energía solar.
En marzo de 2013 –solo unas semanas antes del máximo en 82 años de los inventarios de petróleo– la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) informó de que las plantas de energía fotovoltaica generaron un 100% de la nueva capacidad de energía eléctrica de todo EE.UU. Fue una primicia en la historia de EE.UU., a propósito.
Puede que sea el motivo por el cual Arabia Saudí está adoptando el auge del esquisto estadounidense que actualmente transforma EE.UU. en un exportador de energía. En un puro sentido de libre mercado, esto no parece que tenga mucho sentido para los saudíes que dependen del petróleo. Pero Khalid Al-Falih, director ejecutivo de Saudi Aramco, se mostró entusiasta ante el Financial Times sobre el impacto positivo del petróleo estadounidense y su papel crucial al “tranquilizar” a los consumidores sobre la “fiabilidad de los suministros de petróleo”.
Más específicamente, Al-Falih dijo al FT que más producción de petróleo en EE.UU. “…solo cementa el consenso público y global que ya hemos conocido. El petróleo será el combustible preferido… por un amplio período de tiempo y tenemos que administrarlo, tenemos que invertir en él”.
Y lo están haciendo con perforaciones cada vez más profundas, cabildeo político, nuevas flotas de buques cisterna y, sacando un as de una de sus numerosas perforaciones, el fracking hidráulico.
Y el frenesí del fracking es el principal frente de la guerra preventiva de las grandes compañías petroleras contra el la capacidad en aumento de las energías renovables. Armadas con el creciente suministro de así llamado “limpio” gas “natural”, el plan de “exceder” el excedente solar se está desarrollando en EE.UU.
Un aumento masivo de la producción de gas natural no solo está envenenando los suministros de agua y causando terremotos, también está menoscabando la transición a las energías renovables –la solar especialmente– y obligando a gobiernos escasos de dinero a renunciar al futuro en favor de un presente barato y fácil.
El gas natural es, en efecto, un “factor influyente” para las grandes compañías petroleras que preservará la infraestructura del hidrocarburo durante décadas por venir y menoscaba tanto los progresos rápidos en tecnologías renovables y el deseo declarado del público estadounidense de más énfasis en la energía solar y eólica. Se sienten cómodas con más “gas neutral”, también probablemente por la elegante marca del gas de hidrocarburo como “limpio” y “natural”.
Pero nada triunfa sobre el resultado neto. Y las compañías petroleras lo saben. Todas las malas noticias sobre el clima y las extinciones y los derrames de los oleoductos del mundo no superan la simple economía, particularmente en tiempos difíciles. Tal vez sea el motivo por el cual tantos estén convencidos de que la aprobación de la tubería Keystone XL es, de hecho, el “final del juego” del planeta.
Si se aprueba, la nueva oleada de petróleo hacia el mercado –en combinación con el auge del fracking y una fuente masiva, identificada recientemente, de metano “atrapado” en los lechos marinos llamado “fire ice”, amplificará la “alentadora fiabilidad” de Khalid Al-Falih y “consolidará” el monopolio de las grandes compañías petroleras en el futuro.
Y, por cierto, es un futuro sombrío.
JP Sottile es un periodista independiente, historiador publicado, copresentador en la radio y documentalista (The Warning), 2008).

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/05/14/big-oils-war-on-the-sun/

sábado, 4 de mayo de 2013

El decrecimiento: de la utopía a la necesidad

La Marea

El crecimiento no es la solución, es el problema. En tiempos de recesión, la sociedad del crecimiento nos conduce al colapso económico y, en tiempos de bonanza, nos lleva directamente al colapso ecológico. Este “dilema del crecimiento” se traduce, o bien en tasas de paro y de pobreza socialmente inasumibles cuando la economía se hunde, o bien en la dilapidación acelerada de los combustibles fósiles, mayor cambio climático, crisis alimentaria y pérdida de biodiversidad cuando la economía rebrota. Para salir de esta “encrucijada del siglo XXI”, no nos valen ni el austericidio que se aplica en la actualidad ni un nuevo “pacto de crecimiento” (incluso pintado de color verde), por cierto, ambos impuestos desde arriba.De todas maneras, ya no se trata únicamente de una cuestión ideológica. Guste o no, y por mucho que continúe habiendo grandes avances en tecnología, la era del crecimiento ha terminado. La decadencia estructural del crecimiento del Producto Interior Bruto —desde los niveles altos de los años 70 (¡tasas de hasta un 8% anuales en España!) a niveles bajos o negativos en estos momentos— indica que los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), incluido el nuestro, van a salir del breve periodo de su historia en que su modelo económico, la paz social y el progreso se basaban en un aumento continuo e insostenible de las cantidades producidas y consumidas.
Ante esta realidad, es hora de poner en marcha una “prosperidad sin crecimiento”, entendida como nuestra capacidad de vivir bien y felices dentro de los límites ecológicos de la naturaleza. Esta tercera vía se basa en las siguientes premisas mínimas: redefinir de forma colectiva lo que llamamos riqueza y necesidades; reducir nuestra huella ecológica hasta que sea compatible con la capacidad del planeta; redistribuir el trabajo, las riquezas económicas, los cuidados, la tierra y los recursos naturales en base a la justicia social y ambiental; relocalizar la economía en circuitos cortos de consumo y producción; y desmercantilizar gran parte de nuestras actividades.
Para alcanzar estos objetivos, tenemos que ejercer el poder que está en nuestras manos. Desde abajo y de forma cooperativa, existen numerosas iniciativas de soberanía alimentaria y agroecología, autosuficiencia energética, banca ética, monedas locales, ciudades en transición, etc, que desafían diariamente al coloso liberal-productivista con pies de barro y construyen ya la transición social, ecológica y ética de la sociedad. Este profundo cambio requiere además tejer redes entre todas estas “islas alternativas” para que se vayan conformando en archipiélagos, continente y, ojalá un día, en sistema-mundo.
Sólo tenemos un planeta pero para muchas generaciones, presentes y futuras, esta gran transformación no es una utopía, es una necesidad.
Fuente: http://www.lamarea.com/2013/05/03/el-decrecimiento-de-la-utopia-a-la-necesidad/