sábado, 30 de noviembre de 2013

Hablemos en serio acerca del cambio climático

Amy Goodman
Democracy Now
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=177529

Un nuevo evento climático extremo está afectando una de las tradiciones más populares de Estados Unidos: el Día de Acción de Gracias. Los meteorólogos de The Weather Channel han denominado a esta tormenta de invierno “Bóreas”, en honor al antiguo Dios del viento norte de la mitología griega, el portador del invierno. Se ha informado que al menos catorce personas han muerto hasta el momento como consecuencia de la tormenta y 58 millones han sido afectadas. Bóreas ha provocado nevadas y lluvias heladas a lo largo del noreste de Estados Unidos en los días de mayor tránsito del año. Los informes sobre el tiempo en la televisión siguen todos el mismo modelo: el intrépido periodista aparece de pie junto a una autopista nevada o en un aeropuerto donde los pasajeros están varados. ¿Acaso no sería una buena idea aprovechar la escena de los transportes que utilizan combustibles fósiles como excusa para hablar del cambio climático? ¿Por qué no hablamos de cómo nuestro estilo de vida, que depende tanto de actividades que emiten gases de efecto invernadero, desde conducir automóviles hasta viajar en avión, contribuye directamente a distorsionar el clima?
Los expertos del clima prevén que, a medida que aumente la temperatura de la Tierra, los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes y severos. El Centro Tyndall para la Investigación sobre el Cambio Climático es una organización con sede en Gran Bretaña que reúne a científicos y expertos para investigar, evaluar y comunicar las nuevas realidades provocadas por el calentamiento global. Los científicos del Centro Tyndall asistieron la semana pasada a la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Varsovia, Polonia. Kevin Anderson es el subdirector del centro. Si bien Varsovia está a tan solo dos horas de avión de Manchester, Anderson prefirió tomar el tren, por lo que viajó durante 23 horas.
“Las emisiones de dióxido de carbono provocadas por los aviones son bastante emblemáticas de la vida moderna, en especial para el puñado de personas ricas como nosotros, y simbolizan lo que hacemos día a día. No pensamos dos veces sobre si generamos más o menos emisiones de carbono. Creo que, hasta cierto punto, los científicos están haciendo un excelente trabajo para mostrar la gravedad del problema, pero el lenguaje que hemos utilizado no ha demostrado la gravedad del asunto a los responsables políticos y eso puede verse claramente aquí. En las grandes sesiones plenarias se puede escuchar a los ministros afirmar con su retórica vacía: ‘Debemos hacer algo al respecto’. Son obviedades. Podemos hablar durante horas, pero la ciencia ha demostrado que este proceso está mal encausado”, sostuvo el Profesor Anderson.

La conferencia le brinda a un miembro de la delegación de jóvenes la oportunidad de hablar ante la sesión plenaria. Este año, fue Marian Hussein Osman, una joven activista somalí, originaria de Mogadiscio, quien habló ante los presentes: “Si bien la existencia humana no es negociable, ustedes hicieron una apuesta de 21 años con respecto a nuestro futuro. En las últimas horas [de negociaciones], ministros y delegados, les ruego que no permitan que Varsovia se convierta en otro Copenhague. La avaricia y los intereses mezquinos de una minoría no deberían despojarnos de lo que son indiscutiblemente nuestros derechos humanos inalienables. En un momento en que nuestros hogares, nuestro sustento e incluso la existencia geofísica están en riesgo, una mayor ambición para combatir el cambio climático no es algo opcional, sino fundamental”.
Poco antes de finalizar la cumbre, alrededor de 800 personas abandonaron las negociaciones y declararon a la conferencia sobre cambio climático de Varsovia la peor hasta la fecha. Llevaban carteles que decían: “Los contaminadores hablan, nosotros marchamos”, debido a que las negociaciones de la ONU en Varsovia fueron, por primera vez, co-auspiciadas por las industrias del carbón y el petróleo. Mientras cientos de activistas y representantes de ONG se reunían en el hall del Estadio Nacional de Varsovia (donde se desarrolló la cumbre sobre cambio climático) para abandonar la conferencia, el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, tomó la palabra: “Tenemos un mensaje para nuestros líderes políticos: entiendan que la naturaleza no es negociable. No podemos cambiar la ciencia, sino que debemos cambiar la voluntad política. Tienen la capacidad para hacerlo, y ya no pueden seguir postergándolo. Deben comenzar a hacerlo ahora”.
Quienes abandonaron la conferencia también llevaban otro mensaje, la palabra en español “Volveremos”, junto a la traducción al inglés: “We will be back”. Jamie Henn, de 350.org, sintetizó el espíritu de la acción de abandonar la conferencia y la promesa colectiva de quienes se reunieron para fortalecer los movimientos de base a nivel mundial: “Creo que el acontecimiento más importante en este momento es que algunas de las ONG más grandes del mundo, como WWF , Oxfam, Greenpeace, grupos que tradicionalmente han participado en este proceso están diciendo ‘Necesitamos cambiar de táctica. Necesitamos comenzar a pensar en la industria de los combustibles fósiles de otra manera’. El mensaje de la camiseta dice: ‘Los contaminadores hablan, nosotros marchamos’. Creo que haber salido de las negociaciones demuestra que habrá un nuevo tipo de compromiso para realmente enfrentarse a la industria de los combustibles fósiles, realizar campañas de desinversión, oponerse a los oleoductos como Keystone XL. Nos estamos dando cuenta de que para poder lograr un avance con respecto al clima, no podemos simplemente asistir a las conferencias y pedir a los líderes políticos que adopten medidas. Necesitamos enfrentarnos directamente a la industria”.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

martes, 26 de noviembre de 2013

Solo 90 compañías causaron dos tercios de las emisiones de calentamiento global producidas por el hombre


Just 90 companies caused two-thirds of man-made global warming emissions
 
Chevron, Exxon and BP among companies most responsible for climate change since dawn of industrial age, figures show
The climate crisis of the 21st century has been caused largely by just 90 companies, which between them produced nearly two-thirds of the greenhouse gas emissions generated since the dawning of the industrial age, new research suggests.
The companies range from investor-owned firms – household names such as Chevron, Exxon and BP – to state-owned and government-run firms.
 Sandbag’s report into the emergence of emissions trading in China : carbon pollutionThe analysis, which was welcomed by the former vice-president Al Gore as a "crucial step forward" found that the vast majority of the firms were in the business of producing oil, gas or coal, found the analysis, which has been published in the journal Climatic Change.
"There are thousands of oil, gas and coal producers in the world," climate researcher and author Richard Heede at the Climate Accountability Institute in Colorado said. "But the decision makers, the CEOs, or the ministers of coal and oil if you narrow it down to just one person, they could all fit on a Greyhound bus or two."
Half of the estimated emissions were produced just in the past 25 years – well past the date when governments and corporations became aware that rising greenhouse gas emissions from the burning of coal and oil were causing dangerous climate change.
Many of the same companies are also sitting on substantial reserves of fossil fuel which – if they are burned – puts the world at even greater risk of dangerous climate change.
Climate change experts said the data set was the most ambitious effort so far to hold individual carbon producers, rather than governments, to account.
The United Nations climate change panel, the IPCC, warned in September that at current rates the world stood within 30 years of exhausting its "carbon budget" – the amount of carbon dioxide it could emit without going into the danger zone above 2C warming. The former US vice-president and environmental champion, Al Gore, said the new carbon accounting could re-set the debate about allocating blame for the climate crisis.
Leaders meeting in Warsaw for the UN climate talks this week clashed repeatedly over which countries bore the burden for solving the climate crisis – historic emitters such as America or Europe or the rising economies of India and China.
Gore in his comments said the analysis underlined that it should not fall to governments alone to act on climate change.
"This study is a crucial step forward in our understanding of the evolution of the climate crisis. The public and private sectors alike must do what is necessary to stop global warming," Gore told the Guardian. "Those who are historically responsible for polluting our atmosphere have a clear obligation to be part of the solution."
Between them, the 90 companies on the list of top emitters produced 63% of the cumulative global emissions of industrial carbon dioxide and methane between 1751 to 2010, amounting to about 914 gigatonne CO2 emissions, according to the research. All but seven of the 90 were energy companies producing oil, gas and coal. The remaining seven were cement manufacturers.
The list of 90 companies included 50 investor-owned firms – mainly oil companies with widely recognised names such as Chevron, Exxon, BP , and Royal Dutch Shell and coal producers such as British Coal Corp, Peabody Energy and BHP Billiton.
Some 31 of the companies that made the list were state-owned companies such as Saudi Arabia's Saudi Aramco, Russia's Gazprom and Norway's Statoil.
Nine were government run industries, producing mainly coal in countries such as China, the former Soviet Union, North Korea and Poland, the host of this week's talks.
Experts familiar with Heede's research and the politics of climate change said they hoped the analysis could help break the deadlock in international climate talks.
"It seemed like maybe this could break the logjam," said Naomi Oreskes, professor of the history of science at Harvard. "There are all kinds of countries that have produced a tremendous amount of historical emissions that we do not normally talk about. We do not normally talk about Mexico or Poland or Venezuela. So then it's not just rich v poor, it is also producers v consumers, and resource rich v resource poor."
Michael Mann, the climate scientist, said he hoped the list would bring greater scrutiny to oil and coal companies' deployment of their remaining reserves. "What I think could be a game changer here is the potential for clearly fingerprinting the sources of those future emissions," he said. "It increases the accountability for fossil fuel burning. You can't burn fossil fuels without the rest of the world knowing about it."
Others were less optimistic that a more comprehensive accounting of the sources of greenhouse gas emissions would make it easier to achieve the emissions reductions needed to avoid catastrophic climate change.
John Ashton, who served as UK's chief climate change negotiator for six years, suggested that the findings reaffirmed the central role of fossil fuel producing entities in the economy.
"The challenge we face is to move in the space of not much more than a generation from a carbon-intensive energy system to a carbonneutral energy system. If we don't do that we stand no chance of keeping climate change within the 2C threshold," Ashton said.
"By highlighting the way in which a relatively small number of large companies are at the heart of the current carbon-intensive growth model, this report highlights that fundamental challenge."
Meanwhile, Oreskes, who has written extensively about corporate-funded climate denial, noted that several of the top companies on the list had funded the climate denial movement.
"For me one of the most interesting things to think about was the overlap of large scale producers and the funding of disinformation campaigns, and how that has delayed action," she said.
The data represents eight years of exhaustive research into carbon emissions over time, as well as the ownership history of the major emitters.
The companies' operations spanned the globe, with company headquarters in 43 different countries. "These entities extract resources from every oil, natural gas and coal province in the world, and process the fuels into marketable products that are sold to consumers on every nation on Earth," Heede writes in the paper.
The largest of the investor-owned companies were responsible for an outsized share of emissions. Nearly 30% of emissions were produced just by the top 20 companies, the research found.
By Heede's calculation, government-run oil and coal companies in the former Soviet Union produced more greenhouse gas emissions than any other entity – just under 8.9% of the total produced over time. China came a close second with its government-run entities accounting for 8.6% of total global emissions.
ChevronTexaco was the leading emitter among investor-owned companies, causing 3.5% of greenhouse gas emissions to date, with Exxon not far behind at 3.2%. In third place, BP caused 2.5% of global emissions to date.
The historic emissions record was constructed using public records and data from the US department of energy's Carbon Dioxide Information and Analysis Centre, and took account of emissions all along the supply chain.
The centre put global industrial emissions since 1751 at 1,450 gigatonnes.

Fuente: http://www.theguardian.com/environment/2013/nov/20/90-companies-man-made-global-warming-emissions-climate-change

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Seremos una célula cancerígena a ser extirpada?

Leonardo Boff

2013-11-25

Hay negacionistas de la Shoah (eliminación de millones de judíos en los campos nazis de exterminio) y hay negacionistas de los cambios climáticos de la Tierra. Los primeros reciben el desprecio de toda la humanidad; los segundos, que hasta hace poco sonreían cínicamente, ahora ven día a día que sus convicciones están siendo refutadas por hechos innegables. Sólo se mantienen coaccionando a algunos científicos para que no digan todo lo que saben, como ha sido denunciado por diferentes y serios medios alternativos de comunicación. Es la razón enloquecida que busca la acumulación de riqueza sin ninguna otra consideración.
En tiempos recientes hemos conocido eventos extremos de la mayor gravedad: los huracanes Katrina y Sandy en Estados Unidos, tifones terribles en Paquistán y Bangladesh, el tsunami del Sudeste de Asia, el tifón de Japón que dañó peligrosamente las centrales nucleares de Fukushima y hace pocos días el avasallador tifón Haiyan en Filipinas que ha dejado miles de víctimas.
Hoy se sabe que la temperatura del Pacífico tropical, de donde nacen los principales tifones, estaba normalmente por debajo de los 19,2°C. Las aguas marítimas se han ido calentando hasta el punto de quedar hacia el año 1976 en 25°C y a partir de 1997/1998 alcanzaron los 30°C. Tal hecho produce gran evaporación de agua. Los eventos extremos ocurren a partir de los 26°C. Con el calentamiento, los tifones aparecen con más frecuencia y con vientos de mayor velocidad. En 1951 eran de 240 km/h; en 1960-1980 subieron a 275 km/h; en 2006 llegaron a 306 km/h y en 2013 a los terroríficos 380 km/h.
En los últimos meses cuatro informes oficiales de organismos ligados a la ONU lazaron una vehemente alerta sobre las graves consecuencias del creciente calentamiento global. Está comprobado, con un 90% de seguridad, que es provocado por la actividad irresponsable de los seres humanos y de los países industrializados.
Lo confirmó en septiembre el IPPC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático) que articula a más de mil científicos; lo mismo ha hecho el Programa del Medio Ambiente de la ONU (PNUMA); enseguida el Informe Internacional del Estado de los Océanos denunció el aumento de la acidez, que por eso absorbe menos C02; finalmente el 13 de noviembre en Ginebra la Organización Meteorológica Mundial. Todos son unánimes en afirmar que no estamos yendo hacia el calentamiento global, sino que estamos ya dentro de él. Si en los inicios de la revolución industrial la concentración de CO2 era de 280 ppm (partes por millón), en 1990 se elevó a 350 ppm y hoy ha llegado a 450 ppm. En este año se ha dado la noticia de que en algunas partes del planeta ya se rompió la barrera de los 2°C, lo que puede acarrear daños irreversibles para los demás seres vivos.
Hace pocas semanas, a la Secretaria Ejecutiva de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres, en plena entrevista colectiva se le saltaron las lágrimas al denunciar que los países no hacen casi nada para la adaptación y la mitigación del calentamiento global. Yeb Sano de Filipinas, en la 19ª Cumbre del Clima de Varsovia realizada del 11 al 22 de noviembre, lloró ante los representantes de 190 países contando el horror del tifón que había devastado su país, alcanzando a su misma familia. La mayoría no pudo contener las lágrimas. Pero para muchos eran lágrimas de cocodrilo. Los representantes ya traen en su cartera las instrucciones preparadas previamente por sus gobiernos, y los grandes dificultan de muchas maneras cualquier consenso. Allí están también los dueños del poder en el mundo, dueños de las minas de carbón, muchos accionistas de petroleras o de siderurgias movidas por carbón, de industrias de montaje y otros. Todos quieren que las cosas sigan como están. Es lo peor que nos puede pasar, porque entonces el camino hacia el abismo se vuelve más directo y fatal. ¿Por qué esa irracional oposición?
Vayamos directos a la cuestión central: este caos ecológico se lo debemos a nuestro modo de producción que devasta la naturaleza y alimenta la cultura del consumismo ilimitado. O cambiamos nuestro paradigma de relación con la Tierra y con los bienes y servicios naturales o vamos irrefrenablemente al encuentro de lo peor. El paradigma vigente se rige por esta lógica: ¿cuánto puedo ganar con la menor inversión posible en el más corto lapso de tiempo con innovación tecnológica y con mayor potencia competitiva? La producción está dirigida al puro y simple consumo que genera acumulación, siendo esta el objetivo principal. La devastación de la naturaleza y el empobrecimiento de los ecosistemas ahí implicados son meras externalidades (no entran en la contabilidad empresarial). Como la economía neoliberal se rige estrictamente por la competición y no por la cooperación, se establece una guerra de mercados, de todos contra todos. Quien paga la cuenta son los seres humanos (injusticia social) y la naturaleza (injusticia ecológica).
Ocurre que la Tierra no aguanta más este tipo de guerra total contra ella. Necesita un año y medio para reponer lo que le arrancamos en un año. El calentamiento global es la fiebre que denuncia que está enferma, gravemente enferma.
O comenzamos a sentirnos parte de la naturaleza y entonces la respetamos como a nosotros mismos, o pasamos del paradigma de la conquista y de la dominación al del cuidado y de la convivencia y producimos respetando los ritmos naturales y dentro de los límites de cada ecosistema, o si no preparémonos para las amargas lecciones que la Madre Tierra nos dará. Y no se excluye la posibilidad de que ella no nos acepte más y se libere de nosotros como nos liberamos de una célula cancerígena. Ella puede continuar, cubierta de cadáveres, pero sin nosotros. Que Dios no permita semejante trágico destino.          

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Es este el comienzo de una revolución en bicicleta? Europeos pierden el interés por los autos

http://www.ecoosfera.com/2013/11/es-este-el-comienzo-de-una-revolucion-en-bicicleta-en-europa-pierden-el-interes-por-los-autos/

Algunos países europeos nos demuestran que trasladarnos en bicicleta es mucho más viable de lo que nos gusta pensar.
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Algunas de las ciudades más bici-amigables en el mundo se encuentran en Europa. París, Ámsterdam y Londres son reconocidas por crear condiciones que favorecen a los ciclistas. Pero este fenómeno se ha esparcido por todo el continente, este año en Italia se vendieron más bicicleta que autos —es la primera vez que esto sucede desde la Segunda Guerra Mundial. Las siguientes gráficas contrastan la popularidad de las bicicletas en comparación con la de los autos.
La primera gráfica muestra las nuevas compras de coches y bicicletas en el 2012.
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La segunda, los países en los que las compras de bicicletas superaron más las compras de autos.
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Hasta cierto punto, no es sorprendente que con la crisis financiera las ventas de automóviles hayan bajado, sin embargo la popularidad de las bicicletas demuestra la adaptabilidad de las personas y el deseo por encontrar soluciones alternas. Mientras que algunos podrán justificarlo como parte de la “infraestructura europea”, quizá sea mejor tomarlos como un ejemplo de que la revolución en bicicleta es posible, solo tenemos que hacerlo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

ONU señala fenómenos climáticos extremos en 2013 y nivel del mar alto


 GINEBRA, (AFP) – El año 2013 no fue el más caluroso, pero estuvo marcado por fenómenos extremos, como demuestra el reciente tifón Haiyan, y un nivel sin precedentes de los mares, anunció el miércoles la ONU. 

cambioSegún las cifras provisorias (las definitivas serán publicadas en marzo de 2014) publicadas el miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia especializada de la ONU, 2013 está a punto de convertirse en uno de los diez años más cálidos desde el comienzo de las estadísticas modernas, en 1850
Por otra parte, “el nivel promedio del mar alcanzó un nuevo récord en marzo de 2013″, indicaron los expertos.
Los nueve primeros meses del año se sitúan, al igual que en 2003, en el séptimo lugar de los más cálidos hasta la fecha.
Muchas regiones tuvieron temperaturas superiores al promedio, sobre todo el noreste de América del Sur, Australia, el norte de América del Norte, el norte de África y gran parte de Eurasia.
El período enero-septiembre de 2013 fue más cálido que el correspondiente de 2011 y 2012, cuando el fenómeno climático de La Niña provocó un enfriamiento.
“El nivel de los mares se elevó a un ritmo promedio de 3,2 milímetros anuales
(…) cerca del ritmo de aproximadamente 3 mm/año observado durante la década 2001-2010 y corresponde al doble del registrado en el siglo XX, que es de 1,6 mm/año”, advirtieron los expertos.
Según el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, “el nivel del mar continuará elevándose debido al deshielo de los casquetes glaciares y de los glaciares. Más de 90% del calor suplementario proveniente de los gases con efecto de invernadero es absorbido por los océanos, que continuarán calentándose y dilatándose durante cientos de años”.
Eso hace temer un futuro más cálido y peligroso para las poblaciones.
“Aunque no se pueden atribuir directamente los ciclones tropicales al cambio climático, la elevación del nivel del mar hace que las poblaciones costeras sean más vulnerables a las ondas de las tempestades, lo que tuvo consecuencias trágicas en el caso de Filipinas”, explicó Jarraud, refiriéndose al tifón Haiyan.
En Filipinas, el nivel del mar se elevó a un ritmo promedio de 12 mm/año, cerca de cuatro veces más que el ritmo promedio en todo el planeta, lo que explica en parte la gravedad de los daños causados por el tifón, precisó. Jarraud subrayó que el debilitamiento de las tierras, debido a la explotación humana de las capas freáticas en la región, también amplificó el impacto de la catástrofe.
Las advertencias de los expertos tienen lugar mientras Polonia recibe esta semana a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, durante la cual 190 Estados continuarán sus negociaciones. Estas deberían desembocar en 2015 en París en un acuerdo global para limitar las emisiones de gases con efecto de invernadero, responsables del calentamiento global.
El banco de hielo ártico se recuperó ligeramente
Entre junio y agosto de 2013, una presión atmosférica inferior al promedio dominó una gran parte del Océano Ártico. Esto limitó el transporte de calor procedente del sur y aumentó la nubosidad, produciendo temperaturas más débiles que el año pasado. Los vientos asociados provocaron una extensión de la cobertura de hielo, que ocupó una superficie mayor.
El banco de hielo se recuperó ligeramente después del espectacular deshielo sin precedentes de 2012, pero su extensión sigue siendo una de las más débiles observadas y su velocidad de deshielo se acelera, según los expertos.
Paralelamente, por segundo año consecutivo, la extensión del banco de hielo de la Antártida alcanzó un nuevo máximo, con 19,47 millones de km2, o sea aproximadamente 30.000 km2 más que el récord precedente, establecido en 2012, y 2,6 % más que el promedio calculado para el períod.

http://elnacional.com.do/onu-senala-fenomenos-climaticos-extremos-en-2013-y-nivel-del-mar-alto/

domingo, 3 de noviembre de 2013

El desarrollo económico está llevando a la destrucción de la naturaleza y la vida



Publicado: 3 nov 2013 | 12:22 GMT Última actualización: 3 nov 2013 | 12:23 GMT

La obsesión por el crecimiento económico ha eclipsado la preocupación por la sostenibilidad, la justicia y la dignidad humana. Las personas no son desechables y el valor de la vida debe situarse fuera de este 'desarrollo', opinan algunos filósofos.
"El crecimiento económico sin límites es sueño de economistas, empresarios y políticos, visto como una medida del progreso, pero que eclipsa la pobreza generada a través de la destrucción de la naturaleza, que a su vez conduce a la aparición de naciones incapaces de valerse por sí mismas", opina la filósofa y escritora india Vandana Shiva en un artículo del diario británico 'The Guardian'.

Según Vandana, el concepto de crecimiento económico apareció durante la Segunda Guerra Mundial como una medida para movilizar recursos. "El producto interno bruto se basa en la creación de una frontera ficticia, en el supuesto de que si produces tanto como lo que consumes, entonces no produces. En efecto, este 'crecimiento' mide la rapidez de la conversión de la naturaleza en dinero y los bienes comunes en materia prima", explica Shiva.

En este contexto, los ciclos naturales como "la renovación del agua y alimentos que produce la naturaleza" no entran en la categoría productiva de este concepto. "Un bosque vivo ha dejado de contribuir al desarrollo de la economía, pero si los árboles son talados y vendidos como madera nuestra economía va a crecer. Una sociedad saludable no contribuye al crecimiento, pero las enfermedades generan crecimiento a través de, por ejemplo, la venta de medicamentos patentados", continúa.
Una sociedad saludable no contribuye al crecimiento económico, pero las enfermedades sí, con la venta de medicamentos patentados

El agua es un bien común que pertenece a todos por igual para garantizar las necesidades de todas las personas. "Sin embargo, no genera crecimiento económico. Pero cuando la multinacional Coca-Cola construye fábricas, y empieza a bombear el líquido vital de las profundidades de la tierra para meterlo en las botellas, entonces sí hay un crecimiento económico", critica Vandana.

"La evolución nos ha dotado de semillas. Los agricultores las han seleccionado y cruzado creando una diversificación que es la base de nuestra producción alimentaria. Pero estas semillas, que dan y renuevan la vida, que son cultivadas y almacenadas por los agricultores para la siembra no contribuyen al crecimiento de la economía. El crecimiento económico empieza cuando las compañías modifican las semillas y las patentan introduciendo cerraduras genéticas, obligando a los agricultores a comprarlas cada temporada de siembra", agrega.

Sin embargo, este crecimiento se basa en la generación de más pobreza, tanto para la naturaleza como para las comunidades locales, expone la filósofa, quien señala que la biodiversidad se está destruyendo y los recursos naturales de todos y de libre acceso se han convertido en materias primas patentadas.

De igual manera la pobreza sigue ampliando sus fronteras con la privatización de los sistemas públicos, se expone también en el artículo. "La privatización del agua, electricidad, salud y la educación conducen al crecimiento económico, ya que crecen los ingresos de los empresarios. Pero también genera pobreza, obligando a la gente a gastar grandes cantidades de dinero en algo que debería estar disponible para todos a precios asequibles", censuró Shiva.

"Cuando todos los aspectos de la vida son comercializados y mercantilizados, la vida se vuelve más cara y la gente más pobre. Algo que no es sostenible e injusto económicamente", finalizó la escritora india.