James Lovelock cobró notoriedad por ser
el primero en formular una teoría científica en la que se aborda una
intuición profunda en el pensamiento humano: que el planeta está vivo y
es un organismo complejo en sí mismo. Lovelock formuló esta hipótesis,
que en la actualidad es ya una teoría, mientras trabajaba como consultor
de la NASA, en la década de los ’60. En esa misma década, la petrolera
Shell Oil lo invitó como consultor a un programa cuyo fin era imaginar
cómo sería el mundo en el año 2000; mientras que la mayoría de los
expertos hablaron de vehículos alimentados por energía obtenida a través
de la fusión y otras tecnologías futuristas, Lovelock previno que para
el año 2000 el gran problema sería ambiental y “estaría ya afectando su
negocio”.
En una nota publicada por The Guardian,
Lovelock, dice, “y 43 años después eso es lo que ha pasado”, reclamando
una voz para anticiparse a lo que le sucederá a nuestro planeta. Según
Decca Altkenhean, periodista de The Guardian, sus predicciones,
emitidas desde un “laboratorio de un sólo hombre”, le han ganado un
lugar como uno de los científicos británicos independientes más
respetados. Trabajando sólo desde que tenía 40, Lovelock inventó el detector de captura de electrones, que permitió detectar componentes tóxicos en regiones tan remotas como la Antártida y
el creciente agujero en la capa de ozono (el trabajo del mexicano Mario
Molina, que le llevó al premio Nobel, está inspirado en Lovelock).
En su último libro, The Revenge of Gaia,
Lovelock predice que el clima extremo será la norma causando gran
devastación; para el 2040 Europa se parecerá al Sahara y buena parte de
Londres estará bajo el agua. Estos cálculos son más radicales que los
del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (el IPCC, por sus
siglas en inglés), pero no del todo lejanas a sus estimaciones.
Ha habido siete
desastres desde que los humanos evolucionaron similares a lo que está
por ocurrir. Creo que estos eventos siguen separando el grano de la
paja. Y eventualmente sí tendremos un humano en el planeta que entiende
esto y vive de manera apropiada. Ésa es la fuente de mi optimismo.
Según Lovelock, la Tierra, como la
evolución misma, no se comporta de una manera lineal, sino sufre
discontinuidades y grandes saltos en su trayecto:
La historia de la
Tierra y de modelos climáticos simples basados en la noción de un
planeta vivo y responsivo sugieren que el cambio repentino y sorpresivo
es más posible que la suave curva ascendente de temperatura que predicen
la mayoría de los modelos para los siguientes 90 años.
En la Teoría de Gaia Lovelock
establece que la Tierra es un superorganismo, compuesto por una red
viviente de organismos que a través de su interacción conforman el
delicado equilibrio de la biósfera. En la visión de Lovelock, el planeta
es un ser vivo posiblemente inteligente (su inteligencia es la
evolución misma), una unidad de la cual todas las formas de vida son
parte, que se reproduce autorreferencialmente a través de la autopoiesis y se autorregula para mantenerse en homeostasis.
Aunque su teoría es usada para afirmar
las creencias del new age y el “movimento verde”, Lovelock no cree en
las acciones estilo “salva al planeta, dejando de usar bolsas de
plástico”, o cosas por el estilo. Lovelock cree que este tipo de cosas
son una fantasía y una delusión que nos han hecho creer para sentirnos
mejor, pero no hacen una diferencia.
Es demasiado tarde.
Tal vez si hubiéramos tomado diferentes rutas en 1967, habría ayudado.
Pero no tenemos tiempo. Estas cosas verdes, como el desarrollo
sustentable, creo que son sólo palabras que no significan nada. Muchas
personas vienen a mí y me dicen que no puedo decir eso, porque hace que
no tengan nada que hacer. Yo digo que al contrario, nos da una inmensa
cantidad de cosas que hacer. Sólo que no del tipo de cosas que quieren
hacer.
Hay que decir que Lovelock es sumamente
controversial y sus predicciones han sido apoyadas por el IPCC. Parece
amar la polémica. No cree que la energía renovable permita alimentar a
una sociedad como la nuestra. En cambio, prefiere la energía nuclear.
Considera que al haber pasado un punto crítico, el calentamiento global
hará que buena parte del mundo sea inhabitable y que muera hasta 80% de
los seres humanos.
¿Qué hacer ente todo esto? Lovelock dice
sonriente “Disfruta la vida mientras puedas. Porque si tienes suerte
quedan 20 años antes de que se venga abajo”.