viernes, 28 de diciembre de 2012

Los climas extremos causan tragedias en dos hemisferios



Las bajas temperaturas en Rusia provocaron la muerte de 135 personas, entre ellas un niño, según informó ayer la agencia de noticias Interfax, que se remite al Ministerio de Salud. Más de 160 personas están siendo tratadas en hospitales por congelación, con lo que la cifra de pacientes de estos síntomas subió a superar ya el millar de personas.
En Tuva, la república federada del sur de Siberia, miles de personas fueron llevadas a un centro de emergencia después de que dejara de funcionar una central de calefacción.

Mientras en amplias partes del enorme país el mercurio no se mueve de varios grados bajo cero, en Moscú se mueve en torno a cero grados. Hacia el este, Pekín vive el invierno más frío de las últimas décadas, y la prensa local destacó que la nevada del pasado 3 de noviembre fue “la mayor desde la fundación de la nueva China”, en el año 1949. Está previsto que las temperaturas continúen bajando en las regiones centrales y orientales, lo que podría llevar a nuevas temperaturas récord. Esta ola de frío ha provocado ya una escalada de los precios de los alimentos por la menor oferta, especialmente del cerdo, que el pasado sábado aumentó un 5,2% con respecto al mes anterior, según datos oficiales.

Las bajas temperaturas hacen temer incrementos del precio de varios productos alimentarios durante los próximos festivales en China, entre ellos el Año Nuevo Lunar, que este año se celebrará el próximo 9 de febrero. Mientras tanto, el noreste de Estados Unidos sufría nevadas y fuertes vientos que obligaron a anular unos 500 vuelos en plenas fiestas de fin de año, sacudidas desde el martes por una tormenta que barre gran parte del país y provocó la muerte de al menos siete personas.

En total, más de 2 750 vuelos han sido anulados desde el martes en diferentes aeropuertos estadounidenses, desde el Golfo de México hasta Nueva Inglaterra pasando por la zona de los Grandes Lagos, según el rastreador de vuelos FlightAware. En el área de Nueva York, los aeropuertos de JFK, Newark y LaGuardia sufrían retrasos por los fuertes vientos pero seguían funcionando con apenas 66 cancelaciones entre los tres hasta ayer al mediodía. Tras su llegada al noreste de Estados Unidos el miércoles por la tarde, la tormenta continuaba avanzando por Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York y Nueva Inglaterra, indicó el servicio meteorológico nacional estadounidense en su último boletín.

La alerta se mantenía también en cuanto a posibles inundaciones a lo largo de la costa noreste desde Long Island hasta Maine y fuertes vientos en Massachusetts y Rhode Island. Los vientos alcanzaron velocidades de más de 100 km por hora en partes de Nueva Jersey, Delaware y Carolina del Norte y más de 80 km en Eatons Neck (Nueva York), según la misma fuente. La cantidad de nieve caída desde la mañana del 25 de diciembre hasta ayer a las 09:00 llegaba a más de 35 centímetros en partes del centro del estado de Nueva York y en Pensilvania. “ Actualmente se registran fuertes nevadas en el norte de Nueva York y en el norte de Nueva Inglaterra”, indicó el servicio meteorológico nacional. El lugar en el que se registró la mayor nevada fue Albion (Illinois), con 47 cm. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó el miércoles por la tarde la apertura del centro de operaciones de emergencia estatal para coordinar los esfuerzos de respuesta por parte de las autoridades.

La extensa tormenta que afecta a Estados Unidos incluyó el paso de 34 tornados el martes por Texas, Luisiana, Alabama y Misisipi . Los gobernadores de Misisipi y Alabama resolvieron declarar el estado de emergencia en sus jurisdicciones.

Más de 200 000 personas quedaron expuestas al frío y a la oscuridad el miércoles luego que las tormentas derrumbaran las líneas de energía en Arkansas, Misisipi y Texas. Entre las siete víctimas mortales que dejó la tormenta se encontraban dos niños, que fallecieron cuando su madre perdió el control del vehículo en el que viajaban en una carretera congelada de Arkansas durante la noche navideña. Pérdidas en el Cono Sur La ciudad brasileña de Río de Janeiro registró el miércoles una temperatura récord de 43,2 grados Celsius, la más elevada desde que se iniciaron las mediciones, en 1915.

Según el Instituto de Meteorología, la sensación térmica en el barrio de Santa Cruz, en la zona oeste de Río, llegó a 47 grados Celsius, marcando el inicio de un verano austral que podría ser uno de los más calurosos de la historia. Mientras tanto, la ola de calor que afectó a Uruguay la víspera de Navidad provocó la muerte de más de 100 000 pollos y pérdidas millonarias al sector avícola. Las temperaturas superaron los 40 grados de sensación térmica, y los 43 en los galpones en que se mantiene a las aves.

El diario El Observador, que citó fuentes de la industria, las pérdidas para el sector se pueden calcular en aproximadamente un millón de dólares. En Argentina, la muerte de un oso polar en el zoológico de Buenos Aires, por las altas temperaturas y el estrés de la pirotecnia de Nochebuena, desató oleadas de quejas e indignación entre los argentinos, al tiempo que encendió duros cuestionamientos a esos centros. “No traigan más osos polares” y “basta de zoológicos” fueron los comentarios de los ciudadanos en la página del Zoo porteño en la red social Facebook. Buenos Aires fue el mediodía del lunes un horno con 50 grados Celsius de sensación térmica que mantuvo a la mayoría de los porteños atrincherados en sus casas, informó a el Servicio Meteorológico Nacional.

La sensación térmica, que indica el nivel del calor que se siente cuando la humedad relativa se suma a la temperatura real, llegó a los 50 grados Celsius. La temperatura real, que no mide esos parámetros, llegó a 35,5 grados Celsius.

Pérdidas en el Cono Sur

La ciudad brasileña de Río de Janeiro registró el miércoles una temperatura récord de 43,2 grados Celsius, la más elevada desde que se iniciaron las mediciones, en 1915. Según el Instituto de Meteorología, la sensación térmica en el barrio de Santa Cruz, en la zona oeste de Río, llegó a 47 grados Celsius, marcando el inicio de un verano austral que podría ser uno de los más calurosos de la historia. Mientras tanto, la ola de calor que afectó a Uruguay la víspera de Navidad provocó la muerte de más de 100 000 pollos y pérdidas millonarias al sector avícola. Las temperaturas superaron los 40 grados de sensación térmica, y los 43 en los galpones en que se mantiene a las aves. El diario El Observador, que citó fuentes de la industria, las pérdidas para el sector se pueden calcular en aproximadamente un millón de dólares.

En Argentina, la muerte de un oso polar en el zoológico de Buenos Aires, por las altas temperaturas y el estrés de la pirotecnia de Nochebuena, desató oleadas de quejas e indignación entre los argentinos, al tiempo que encendió duros cuestionamientos a esos centros. “No traigan más osos polares” y “basta de zoológicos” fueron los comentarios de los ciudadanos en la página del Zoo porteño en la red social Facebook. Buenos Aires fue el mediodía del lunes un horno con 50 grados Celsius de sensación térmica que mantuvo a la mayoría de los porteños atrincherados en sus casas, informó a el Servicio Meteorológico Nacional. La sensación térmica, que indica el nivel del calor que se siente cuando la humedad relativa se suma a la temperatura real, llegó a los 50 grados Celsius. La temperatura real, que no mide esos parámetros, llegó a 35,5 grados Celsius.

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